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Capítulo 8

⟨• ⚠️ Advertencia: +18. Consumo de sustancias. •⟩⟩

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⟨ A B R I L   1 9 9 5 ⟩

—Eh, tú. Black. Sí, tú —gritó alguien al frente y tomó asiento frente a ella en la mesa de Slytherin.

Alhena hacía pocos minutos que se había aventurado sola hacia el Gran Comedor para disfrutar del desayuno en tranquilidad mientras Adhara cumplía un castigo por haber sido atrapada fuera de hora en el pasillo en una de sus escaramuzas con Weasley. Por eso Alhena se adelantó para saciar su hambre. Todo se le había antojado delicioso y había colmado su plato de aquellos manjares que deleitaban su vista.

Había aprovechado para abrir uno de sus libros y así disfrutarlo en armonioso silencio mientras desayunaba, pero el destino no la tenía últimamente a su favor.

—Creo que te equivocas de hermana, Weasley —masculló entre dientes, cerró el libro y volvió a fijar su atención en el plato que hasta unos segundos antes contenía alimentos bastante apetecibles que ahora le resultaban amargos ante tal compañía.

—Sé que eres la increíblemente insufrible Alhena Black—bufó el chico. A su lado tomó asiento el otro gemelo—. Sé reconocer cuál de las dos es mi novia, ¿lo sabías?

—No y tampoco me importa.

Fred rodó los ojos. Su hermano le dió un leve codazo y se aventuró a hablar con la chica que le gustaba en un leve tartamudeo que no se molestó en ocultar. —Obviamente seguimos enfadados contigo por hacer que nuestro final de la última semana e inicio de ésta comenzase en la enfermería pero... Pero...

—Algunos dirían que eres retorcida —acortó Fred ante la timidez de su gemelo y lo miró de reojo con una sonrisa. Era tan obvio que aún no sabía porqué Alhena no se daba cuenta.

—Oh, Weasley —canturreó la Black de forma muy sonriente y coqueta—. Basta, harás que me sonroje. ¿Cómo pudiste apreciarlo? —preguntó y luego varió su semblante a uno más siniestro—. ¿Qué queréis?

—¿Porqué piensas que queremos algo? —preguntó el menor bastante receloso de que no lo mirase a él directamente.

Alhena se cruzó de brazos y alzó una ceja. Esperó pacientemente, dentro de lo poco habitual en ella, variando su atención de uno a otro de forma sutil hasta que los nervios de los gemelos pudieron con su silencio al saberse merecedores de esa mirada tan terrorífica.

—Está bien —admitió Fred—. Necesitamos ayuda de esa mente tan cruel y macabra que posees.

Alhena sonrió de lado y se acomodó sobre la mesa. —Creía que estábais enfadados conmigo. ¿Cómo fue que dijisteis al salir de la enfermería? —preguntó y fingió pensar aquellas palabras que le dijeron a principio de semana—. Oh, sí. Que mi hermana estaría mejor sin mi mala influencia revoloteando a su al rededor.

—Oye no...

—Sí —admitió George dándole la razón—. Fred no estuvo muy acertado en esa afirmación.

—¡Pero es que provocaste que no pudiéramos salir en todo el fin de semana!

—¡Si no tuviérais una mente tan sucia el maleficio no habría tenido efecto en vosotros, animal! —gritó Alhena—. Yo no incité que estuviérais todo el tiempo pensando en... En eso.

* Buenas o Malas Intenciones * Weasley's twins fanfic [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora