* Buenas o Malas Intenciones * Weasley's twins fanfic [TERMINADA]

17

Capítulo 17

ㅤ
ㅤ⟨⟨• ⚠️ Advertencia: +18. Consumo de sustancias. •⟩⟩
ㅤ
ㅤㅤ
ㅤ

————————— • —————————

⟨ N O V I E M B R E     1 9 9 5 ⟩

ㅤㅤ

Alhena volvía a llevar el cabello recogido, desenfadado, como a George le gustaba. Debía de admitir que, aunque uniforme de quidditch de Slytherin tenía un color horrible, a ella le sentaba de maravilla. Todo habría resultado idílico, ambos lo suficientemente agotados como para tumbarse uno junto al otro tras la victoria de Gryffindor y repasar las tácticas de partido, mientras trataría de hacer desaparecer el mal humor de Alhena. Pero no era el resultado del partido lo que había enfadado a la chica, su chica, si no lo ocurrido después.

Alhena demostraba lo furiosa que estaba mientras curaba la ceja partida de George sin delicadeza. Ninguno de los dos sabía algún hechizo para eso, así que lo hacía al estilo muggle. Habría sido más sencillo acudir a la enfermería, pero ella lo había esperado a la salida del despacho de Mcgonagall y él la había seguido sin rechistar.

—¡Ay!

—Si sigues quejándote haré que te duela más —le amenazó—. Es lo que pasa por comportarte como... Como un salvaje.

—No fue mi culpa, Malfoy me provocó.

—Malfoy provoca a todo el mundo -le interrumpió—. Y sí fue tu culpa. Caer en sus juegos, le disteis lo que él buscaba y los únicos perjudicados habéis sido tú y Potter, arrastrando al estúpido de tu gemelo con vosotros.

—Le estás defendiendo sólo porque es de tu equipo —acusó—. Si nos hubieseis avisado de que pretendía esto...

—¿Qué defiendo a quién? ¿A Malfoy? Odio a Malfoy.

—No como le odio yo. Se la pasa molestándome a mí y a mi familia todo el tiempo. Nos insulta y ... Tú no sabes lo que es eso porque...

—Claro que lo sé —le interrumpió Alhena de nuevo.

—No, no lo sabes porque tú, porque tú eres como él. Eres de Slytherin y... Y tienes miles de galeones, Al. Eres como él.

Alhena miró abajo unos segundos y dejó la gasa a un lado. George no sabía que la diferencia de status era un problema para él hasta que lo verbalizó. Jamás se había sentido tan inferior como hasta ahora, justo delante de ella, sabiendo que tenía poco que ofrecerle.

—Malfoy lleva haciéndonos la vida imposible a Adhara y a mí desde que entró en Hogwarts —suspiró Alhena—. Puede que sea Slytherin y sí, mi familia tiene dinero. Pero soy hija de Sirius Black, el prófugo más buscado, y criada por una traidora a la sangre. No lo tenemos fácil —murmuró comenzando a guardar los útiles de primeros auxilios—. En nuestra sala común pocos nos dirijen la palabra, apenas tenemos amigos y... Los de su calaña nos tratan como escoria.

—Oye Al, yo no sabía eso. Yo no...

—Tranquilo —añadió con una sonrisa maliciosa y volvió a mirarle a los ojos—. Se los hago pagar muy a menudo.

—Yo conozco esa mirada —añadió recuperando la sonrisa y le robó un beso que ella aceptó encantada—. ¿Qué se te ha ocurrido?

Alhena se puso en pie y le tendió la mano. —Tenemos que visitar la biblioteca, amor.

Antes del desayuno de la mañana siguiente, Malfoy ya había contrarestado los efectos del maleficio. Había sido divertido, al menos para George, verlo acudir a la enfermería con el pelo teñido de colores anaranjados despeinado en distintas direcciones simulando una corona. A Alhena, en cambio, le había parecido insuficiente, pero se había dejado contagiar de las buenas intenciones que los gemelos escondían tras cada broma. Sólo reír, no dañar de gravedad. Aún así, no pensaba lo mismo de la práctica de quidditch que tendrían esa tarde. Sacaría el lado bueno de tener que entrenar duramente por haber perdido el partido.