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Capítulo 1

⟨⟨• ⚠️ Advertencia: +18. Consumo de sustancias. •⟩⟩

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⟨ S E P T I E M B R E  1 9 9 4 ⟩

El humo del cigarrillo nublaba la escasa visibilidad que conseguían con sus varitas. Sus  piernas estaban prácticamente unas encima de las de la otra, con los huesos de las rodillas bien pegados.

Parecía increíble cómo dejaron de apreciar con el paso de los años que ya apenas cabían dentro de ese estrecho nicho que descubrieron en su primer curso en Hogwarts.

De vez en cuando, el sonido de algo líquido moviéndose dentro de algo metálico rompía el silencio que sólo era atenuado con caladas, cuando se pasaban de una a otra la petaca que habían tomado prestada y que estaba, hasta hace media hora, llena de whisky de fuego. Ahora apenas quedaba elixir dentro del recipiente.

Podrían decir, sin temor a equivocarse, que habían pasado el peor verano de sus vidas. Y eso que, cuando eran pequeñas, solían pasar bastantes semanas a cargo de su insoportable y estricta abuela paterna. Pero ahora tenían dieciséis, casi diecisiete, y su abuela hacía ocho años que ya no estaba en ese mundo para amargarlo con su presencia. En cambio, sí había vuelto a sus vidas alguien inesperado. Alguien que se presentó al principio bajo un manto de pelo negro, bastante famélico, tomando confianza poco a poco con las hermanas, el verano anterior a saber quién era realmente.

¿Quién desconfiaría de un perro callejero? La menor de las gemelas sin duda que no. Ella era demasiado buena samaritana, tanto que su hermana mayor a veces dudaba de las capacidades del Sombrero Seleccionador por colocarla en Slytherin. Aún así le sirvió alimento y agua junto con la menor durante semanas, hasta que volvieron a Hogwarts para cursar su quinto año y encontrarse con la realidad al final del mismo que el perro, sucio y pulgoso, era ni más ni menos que su padre convertido en animago.

Ahora habían vuelto a Hogwarts de nuevo, para su sexto año tras unos TIMOS excelentes, y no habían recibido más noticias del hombre más buscado que alguna carta fugaz que traía hasta sus ventanas un pájaro extraño. Eso las había consumido por dentro, porque debían admitir una cosa, y es que siempre habían sido muy felices en ausencia de sus progenitores. Pero su regreso llevaba consigo la angustia constante de querer velar por la seguridad de alguien que había estado ausente.

La mayor jamás lo admitiría en voz alta, pero se alegraba de saber que era inocente.

—¿Ya no hay más? —preguntó la pequeña con un mohín tras haber alzado la petaca contra sus labios y no obtener nada.

La mayor río acurrucada contra su rincón.

—Te lo has bebido todo, Al —se quejó golpeando el hombro de su hermana. Estaba bastante fastidiada, y a la mayor eso le encantaba.

—No seas infantil, Adie. No pretendía hacerlo —se encogió de hombros sin más.

—¿Crees que funcionará?

—Lo sabremos en breve, supongo —murmuró y miró tras el tapiz que las ocultaba—. Jamás hemos fallado en una broma.

—Nunca hicimos una el primer día —contrarrestó la menor asomándose también. La escasa luz que entraba iluminaban su cabello negro y sus ojos grises.

—Se lo merecen, por idiotas.

No era un secreto para nadie en la escuela que las gemelas Black tenían un claro enemigo, y esos habían sido desde el primer día los hermanos Fred y George Weasley. Ni siquiera se trataba de un poco de competición amistosa por ver quiénes eran artífices de las mejores bromas, que por descontado las gemelas se declaraban vencedoras, si no que era algo mucho más profundo que repulsión.

* Buenas o Malas Intenciones * Weasley's twins fanfic [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora