* Buenas o Malas Intenciones * Weasley's twins fanfic [TERMINADA]

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Capítulo 18

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⟨ A B R I L   1 9 9 6 ⟩

—Así que, es cierto.

George se giró bruscamente. Hacía solo un par de días que había escapado de Hogwarts y se había instalado en el número 93 del callejón Diagon. Aún quedaba trabajo por hacer. Reponer estantes con sus productos, buscar un uniforme, adecentar la trastienda... Pero había olvidado quizás la parte más importante; avisar a Alhena de que había dejado los estudios.

Ahora estaba en la puerta de su tienda junto con Adhara y le miraba fijamente como si no pudiese creerlo. No la culpaba, pero durante un tiempo pensó que ella tampoco debía reprochárselo. Ella no le contaba nada de la Orden y él no le había contado nada respecto a la tienda. Estaban empatados como mínimo. Pero después lo pensaba más a fondo y descubría que no tenía razón.

—Adhara, ésto, Fred está en la trastienda —señaló tras su espalda y ella se marchó en esa dirección. O eso supuso, porque él no había dejado de mirar hacia la puerta, hacia Alhena—. Al yo, iba a escribirte lo prometo. Es solo qué... —se escusó a priori, mientras se deleitaba en su rostro. Iba a seguir escusándose, hasta que Alhena retiró el cabello que le cubría parte de la cara detrás de su oreja y vio un corte en su mejilla. Entonces, George frunció el ceño—. ¿Qué te ha pasado en la cara?

Alhena río tristemente y señaló su pómulo. —Un regalo de Antonin Dolohov. Le seguía cerca de Norwich. Casi le tenía y...

George se había acercado a ella y le había acariciado la mejilla cerca de la herida. Alhena acercó su rostro aún más a él. Sentir esa calidez junto a ella era lo que más había añorado.

—Recibimos un patronus de tu madre esta mañana. No entendía porqué no le habíamos contado que estos eran vuestros planes tratándose de una locura o, porqué no habíamos intentado disuadiros —comenzó a relatar Alhena. George no sabia si estaba enfada, decepcionada o una mezcla de ambas—. Imagina nuestra sorpresa al descubrir que no teníamos ni idea de que estaba hablando. Estabamos en Batley, cerca de Leeds, se suponía que debíamos convencer a...
»Su nombre no importa. El caso es que dejamos de hacer lo que debíamos y nos aparecimos aquí de inmediato, porque no entendíamos por qué las personas que debían confiar en nosotras para ésto habían decidido ocultárnoslo y escapar de Hogwarts donde estaban totalmente a salvo.

—Hablas como mi madre —le acusó y le dio la espalda volviendo a retomar su tarea—. Creía que tú lo entenderías. También dejaste Hogwarts y, ¿ahora me dices que es el sitio más seguro? ¿Eso no aplica para tí?

—¡Claro que no aplica! —gritó Alhena—. Yo salía de Hogwarts constantemente poniéndome en riesgo, y mientras estaba dentro de sus muros continuaba trabajando para la Orden. No estaba allí por los EXTASIS ni por graduarme.

—¿Ni siquiera por mí? —preguntó y giró para mirarla, dolido.

—Oh, vamos. No lo hagas personal. Tú y yo, todo empezó después de mi entrada en la Orden.

—Sí, pero no fue suficiente para que te quedaras en Hogwarts por mí.

—George, vamos. ¡Debes estar hablando en broma! No habrá un tú y yo si no vencemos al señor oscuro. Creía que vosotros los Gryffindor entendíais mejor todo eso del bien común.

—Quizás no merezca ser un Gryffindor. Quizás soy un egoísta que sólo piensa en sí mismo. Pero yo quería estar a tu lado y tu te quedaste aquí.

—De eso se trata, ¿no? Estás enfadado conmigo por no ir a Hogwarts, porque crees que te abandoné.