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Capítulo 13


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Lo sorprendente de haber vivido siempre en compañía de mi mitad terrenal es haber encontrado en tí la otra parte de mi alma.



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⟨ A G O S T O   1 9 9 5 ⟩


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El sonido de unos nudillos golpeando la puerta le pilló de improvisto, y así lo hizo notar sobresaltándose un poco. Estaba alistándose para irse a dormir, sentado en el borde de su cama que estaba de espaldas a la puerta mientras abotonaba los últimos botones de la parte superior de su pijama.

Le quedaba algo corto, ese verano había vuelto a dar un estirón y su madre ya no sabía que hacer para sacar provecho al ropaje que sus hijos iban dejando pequeño.

Suspiró al terminar de pasar un botón por su ojal. Sólo esperaba a una persona, pero su gemelo, quién había bajado por un vaso de agua, no pediría permiso para entrar.

Se sorprendió a sí mismo bastante molesto cuando vió quién se encontraba realmente en la puerta, y se volvió a girar sin más para seguir acomodando su pijama de forma adecuada, aunque debía sincerarse en que realmente estaba tratando de no mirarla. Era tan preciosa, que temía volver a flaquear. Las bromas que se hicieron mutuamente mientras el sol estuvo en lo alto le recordó que todo seguía como siempre, pero cuando llegó la noche le invadió el recuerdo del rechazo. Era intrusivo y desviaba a otro lugar de su mente la preocupación que un segundo antes había compartido con su gemelo por saberlas en una reunión llena de hijos de mortífagos.

—Veo que ya has vuelto. Tienes pinta de haberlo pasado bien—recalcó haciendo referencia a sus mejillas rosadas y las pupilas dilatas como muestra de la ingesta de alcohol.

La chica hizo un agudo sonido gutural en afirmación y se acercó un poco dando ese reproche tan impersonal como una invitación. Sin pedir permiso, algo que sería inusual en ella, se dirigió hasta la cama vacía que debía pertenecer a Fred, y se acomodó como si fuese la suya propia.

—¿Qué crees que haces? —preguntó George sobresaltado ante tales confianzas por parte de la chica Black. Le hacía sentir cohibido.

—Tu hermano no vendrá en un buen rato. Nos encontramos en la puerta —explicó con una sonrisa llena de picardía. Una sonrisa hermosa que conseguía desarmarte, en opinión de George. Sus brazos, en cambio, descansaban cruzados bajo su cabeza—. Adhara ha reclamado su atención solo para ella.

—Me alegro —dijo George de forma cortante. Alhena pudo apreciarlo y se sintió como la cosa más extrañamente dolorosa que había vivido—. ¿Quieres algo más?

—Dado que no puedo ir a mi habitación a dormir, pensé que podríamos... No sé, estaría bien divertirnos un poco—trató de proponer su idea.

—Quizás en otro momento, Black, pueda sacar tiempo para los escasos minutos de tu atención que quieras brindarme —sonrió falsamente tumbándose finalmente en la cama imitando la postura de la chica, con su cabeza recostada bajo sus brazos—, pero hoy no es ese día.

Alhena frunció el ceño ligeramente ante la actitud tan fría del chico, pero recordó que la persona que tenía frente ella era uno de los gemelos Weasley, y su especialidad siempre fue odiarse—. Bien, supongo que podré hacer esa broma yo sola, más adelante.

George la observó acomodarse aún más bajo las sábanas. —¿Qué te hace pensar que puedes quedarte? Por si no te ha quedado claro, yo también considero tu compañía como algo terriblemente insufrible.

* Buenas o Malas Intenciones * Weasley's twins fanfic [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora