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Max estaba en el profundo silencio de el hospital, bueno, solo se escuchaban los doctores, los pasos, las puertas y algunos enfermos quejándose.

Max pensaba en Jane y la hermosa cena que había tenido con ella hace apenas algunas horas, lo linda que se veía y lo tierna que fue en toda la cena ya que se le veía cierto nerviosismo en las manos de la castaña.

Pensaba en sus hermosos ojos y cómo se veían aún más hermosos iluminados.

Su sonrisa.

Su cabello...

Los pensamientos de Max fueron interrumpidos por Steve quien la hizo brincar de el susto.

¿Estás bien?.- Steve

¿Tú qué haces aquí?.- Max

Steve le dió una cobija, golosinas y un café a Max. Steve traía lo mismo.

No te dejaría sola pero tampoco me quedare con frío, hambre y un chingo de sueño.- Steve

¿Encerio piensas quedarte toda la noche?.- Max

Sí, aún así mi padre ya sabe que me escapé de mi habitación, si me va a regañar que me regañe bien.- Steve

Y justo le llamaron a Steve, su padre.

Parece que lo invoco.... ¿Hola?... Estoy en un hospital, una amiga tuvo un accidente... Estoy bien, la de el accidente es mi amiga.... Volveré por la mañana es que yo y otra amiga nos queremos quedar aquí a esperar noticias... Okay... Gracias... Buenas noches... Bye.- Steve

¿Y qué te dijieron?.- Max

Qué no abra problema.- Steve

Pues claro, es un accidente no pueden regañarte por eso.- Max

Sí pueden pero se pusieron comprensivos.- Steve

Max y Steve le dieron un gran sorbo al café

¿En qué tanto pensabas? tenías los ojos pelones y cara cómo si vieras un fantasma. ¿Te dan miedo los hospitales? a mí me daban miedo los hospitales, no juzgo.- Steve

No me dan miedo los hospitales, Steve.- Max

¿Entonces?.- Steve

Solo pensaba en... Jane.- Max

Estará bien.- Steve

Eso esperó.- Max

Siguieron el resto de la madrugada hablando y asta se pusieron a jugar juegos. Todo un plan de Steve para que Max no estuviera amargada y triste.

Max le pidió a Steve que le trajera flores mientras ella seguía esperando noticias ya que ya había amanecido.

Steve había vuelto con las flores y aún nada.

Ni una noticia.

-Por favor que este bien.. por favor, por favor.- Decía repetidas veces Max en su cabeza, movía la pierna, se tronaba los dedos pero le sonreía a Steve fingiendo que no tenía algún tipo de pánico.

Come, te traje también esto.- Dijo Steve entregándole un plato con comida

Max comió un poco y empezó a sentir el estómago revuelto, decidió ir a el baño.

Se lavo la cara viendo sus ojeras notorias, no había dormido ni una hora tan si quiera.

El estrés y la preocupación no la dejaba.

Entonces sintió algo muy extraño y la comida subió asta su garganta, corrió a el inodoro y lo vómito todo.

-Carajo...No,no,no,no... No puedo empezar a vomitar otra vez.- Max

Miel Y Tomatito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora