El celular estaba sonando. Era un tono de llamada especial asignado a Helena. Helena, que nunca llamó a Seras a menos que fuera una emergencia extrema. Seras salió a trompicones de su ataúd y se dirigió al tocador.
-¿Hola? Helena?-
-Hola Victoria. Siento haberte despertado temprano, pero tengo una visita más bien insistente-
Toda la somnolencia se desvaneció cuando Seras llegó a un estado de aguda vigilia -¿A él?-
-A él- confirmó Helena -Es de lo más desagradable. ¿Qué hiciste?-
-Simplemente lo empuje hacia atrás cuando el estaba tratando de dominarme con su aura- confesó Seras.
Helena se atragantó y tosió -¡¿Qué?!- ella siseó en un susurro horrorizada -¿Lo empujaste hacia atrás?-
La columna vertebral de Seras se puso rígida -Tuve que hacerlo. No me voy a doblegar por él. O cualquier otra persona- siseó ella.
Helena suspiró -Bueno, ciertamente has llamado su atención. ¿Qué quieres hacer ahora?-
-¿Qué es lo que él quiere?-
-Quiere información sobre ti. Ya le dije que eres poderosa, buena luchadora, sensata, confiable y honesta. Te negarías a responder en lugar de mentir- Helena vaciló antes de continuar -Quiere una presentación formal-
Seras se quedó inmóvil. Para un vampiro de la edad de Alucard solicitar una presentación formal... era una señal de que el hablaba en serio. Pero ¿en serio sobre qué? ¿Y de qué manera? La única forma de averiguarlo era estar allí en persona para preguntar.
-Dame veinte minutos-
-Estaremos esperando-
Gracias a la Diosa que se había duchado antes de quedarse dormida. Seras se acercó a su guardarropa y comenzó a sacar ropa para armar un atuendo que llamaría la atención pero no gritaría seducción.
Al final, se conformó con un vestido cruzado de punto verde botella hasta la rodilla y unas botas vaqueras marrones con tacones bajos. Su cabello estaba retorcido en un moño y asegurado con dos palillos forjados en plata bendita. Lunas crecientes y estrellas colgaban de los extremos de cada adorno, haciendo suaves ruidos de repique mientras movía la cabeza.
Ella abrió un portal y salió al vestíbulo de Helena como era su costumbre. Helena la estaba esperando y justo detrás de la niña vampiro esta Alucard.
Seras lo ignoró deliberadamente, en su lugar fue directamente hacia Helena y agacharse para abrazarla, rozando su mejilla contra la suave y redondeada.
-Helena- ella murmuro
-Victoria- respondió Helena, luego dio un paso atrás y hacer un gesto a Alucard -Mi Señor, te presento a Victoria, Vampiresa Reina no vida- Saludó a Seras -Victoria, quiero que conozcas a Vlad Draculae, Vampiro Rey no vida, actualmente conocido como Alucard-
Alucard ladeó la cabeza hacia un lado -No he oído hablar de ti- él dijo sin rodeos.
Seras sonrió dulcemente -Me halaga que te moleste, pero prefiero evitar llamar la atención. Por lo general, causa muchos dolores de cabeza-
-Pero me has llamado la atención Reina Reina sin vida- respondió Alucard suavemente.
Seras alisó su falda y caminó hacia el salón privado. Como era de esperar, Alucard la siguió. Helena no lo hizo, para darles algo de privacidad. Sin dudarlo ella se sentó y esperó expectante. Él siguió su ejemplo, sentándose en el borde de la silla, con los codos en las rodillas, las manos colgando entre ellas mientras se inclinaba ligeramente hacia adelante.
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Una segunda oportunidad
VampireSeras Victoria tiene una segunda oportunidad y está decidida a aprovecharla al máximo... para mejorar las cosas. Pero no para Hellsing. fics de sarhea, fics traducido