Capitulo 15 Epilogo

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Seras se movió ligeramente, deslizando su trasero hasta el borde de su silla de cuero. Levantarse fue una tarea, a pesar de que ella era más fuerte con un sentido innato del equilibrio. Sintió lástima por las mujeres mortales que tenían que lidiar con la masa y el peso extra, pero sin aumentar la fuerza para manejarlo.

Ella resopló suavemente, apartándose un mechón de cabello de los ojos antes de sacar una carpeta de la parte superior de una pequeña pila que tenía que pasar. Seras se sentía cómoda con el uso de computadoras, pero había algo en tener una copia impresa para garabatear notas aproximadas, ideas, posibles alternativas y pensamientos aleatorios para una mayor discusión.

Afortunadamente, Seras tiene a Magnus y sus asistentes humanos para encargarse de los negocios y sus asuntos más mundanos. Helena había accedido a vivir en Rumania para ayudar a Seras a cumplir con sus nuevos y crecientes deberes y responsabilidades en la sociedad vampírica. Había sido un proceso lento y orgánico, pero cada vez más vampiros civilizados se acercaban a Rumania, formando una corte no oficial para el Rey No Vida. Nadie había dicho nada, pero era solo cuestión de tiempo antes de que Alucard ascendiera al rol de gobernante. Por ahora el está contento con expandir su mente y sus habilidades de otras maneras.

Hubo un golpe suave y agudo en la puerta. Fue helena. Alucard no sería tan educado. Seras sonrió al recordar lo crudo e implacable que podía ser. Seras se encontró reemplazando su guardarropa habitual con prendas de nano-seda porque él seguía destruyendo su ropa. No es que Seras estuviera protestando por cómo estaban siendo destruidos... Una suave sonrisa soñadora curvó sus labios al recordar su último jugueteo, justo esta noche en el pasillo fuera de su oficina. Le había subido el vestido y destrozado sus bragas antes de proceder a tomarla fuerte y rápido contra la pared. Seras había protestado al principio, no queriendo ser atrapados, pero el se negó a doblegarse y Seras había cedido porque en el fondo quería exactamente lo que él quería. El se alejó con una sonrisa de suficiencia y sus bragas en el bolsillo.

Le tomó unos segundos recuperarse y tropezar con su oficina. Por suerte, se había acostumbrado a esconder ropa de repuesto por toda la casa. Seras podía materializar ropa en caso de apuro, pero tales prendas tendían a cambiar y reflejar su estado de ánimo. Y ella era tan susceptible a los cambios de humor como una humana embarazada normal. El personal de la casa rodo los ojos o sonrieron cuando se encontraron con uno de sus escondites. La habían atrapado a ella y a Alucard en deshabillé muchas veces en las áreas no restringidas de la ciudadela. Seras honestamente pensó que a Alucard le gustaba que lo atraparan, para mostrarles a todos cuán profundo e íntimo era su reclamo sobre ella, que su relación no era un asunto de vacaciones transitorio como especulaban algunos forasteros.

Un segundo golpe fuerte trajo a Seras al presente con una sacudida -Adelante, Helena- gritó mientras se levantaba haciendo una mueca de dolor. El vampirismo no la hizo inmune a los dolores de espalda inducidos por el embarazo. Esta dispuesta a apostar sus Casulls a que el bebé se parecería a Alucard en tamaño y altura.

Seras se sorprendió al ver que Helena no está sola. Hay un joven humano con ella. Este vestido con jeans lavados a la piedra, un suéter tejido y botas de montaña, muy parecido a un estudiante universitario. No era absolutamente atractivo, pero tampoco era feo. Tenía cabello castaño claro, ojos marrones, apariencia promedio e incluso rasgos que no se destacaban. Le dio al pequeña vampira una mirada de soslayo que no tuvo ningún efecto en el vampiro mayor.

-Seras, este es Sebastián-

Seras parpadeó. Eso era nuevo. Helena generalmente evitaba todo contacto con humanos que tuvieran preguntas sobre por qué un niña vivía sola sin la supervisión de un adulto.

-Él es mi sirviente humano. Encontré a Sebastián en las calles de Londres cuando era mucho más joven. Es leal, discreto y confiable- ella le aseguró a Seras.

Eso cambió las cosas. Seras sonrió más abiertamente a Sebastián, quien le devolvió la sonrisa tentativamente.

-Dile a Seras lo que me acabas de decir- le instruyó Helena.

El asintió y procedió a seguir las órdenes de la niña vampira.

Sebastian se había infiltrado en las filas de Hellsing, no como soldado sino como sirviente doméstico. Hubo varios ataques en la mansión justo después de que se corriera la voz de que Hellsing había perdido su carta de triunfo, el Rey No Vida se había ido. El número de incidentes disminuyó en los últimos meses cuando los restos de FREAK fueron eliminados por varias facciones. Mientras Hellsing reconstruía y reabastecía sus recursos, Walter Dornez no había sido tan estricto en los criterios utilizados para reemplazar al personal doméstico que había resultado muertos o heridos. Sebastian había aprovechado todas las oportunidades para observar todo lo que podía e informar a Helena.

-Walter fue quien localizó un artículo de noticias de un periódico de Europa del Este, sobre Seras Demetrios, Jefa de Dragon Inc, casándose con Adrian Vladimiros hace unos meses. Hubo algunas fotos que llamaron su atención-

Seras frunció el ceño -Probablemente el haya visto a Alucard en Liberación cero antes- ella murmuró. Al ver la confusión de Sebastián, explicó -La apariencia actual de Alucard es como solía verse en el Nivel Cero- Alucard había optado por modificar su forma para parecerse a su apariencia humana original: más áspero, más ancho, más grueso, con cabello y vello facial más largos. A Seras le gustó. La ayudó a distinguirlo del Maestro que la había despreciado e ignorado.

-La Mesa Redonda está acosando a Sir Integra para localizar el arma de Hellsing- agregó Sebastián -Le ordenó a Walter que hiciera de la localización del Rey No Vida su máxima prioridad-

-Pero no han encontrado ninguna pista- supuso Seras.

-No lo han hecho, que yo sepa- estuvo de acuerdo Sebastián -Ayuda que la mayoría de la población vampírica se haya ido de Gran Bretaña y nadie esté hablando-

-Pero Walter encontró la foto- murmuró Seras -¿Hay alguna posibilidad de que Hellsing esté de camino aquí?-

Sebastián negó con la cabeza -El artículo hablaba de su matrimonio. Y que estas esperando un hijo. Ella le gritó a Walter que era imposible. Ese Alucard nunca se contentaría con jugar a familias felices con una rubia tonta. Que no duraría un mes sin causar muerte y destrucción-

Seras resopló -Muestra lo mucho que ella conoce a Alucard- murmuró.

-¿Quieres que sea neutralizada?- preguntó Helena -Solo di la palabra y se hará-

Seras rio -No tendré que mover un dedo. Su orgullo y terquedad harán que la maten sin ninguna acción de mi parte. Tarde o temprano ella va a decir o hacer algo que la sacará de quicio. Y sin Alucard para protegerla...- se detuvo a sabiendas.

-Ella morirá- murmuró Helena.

Seras asintió en silencio y acarició su barriga, sonriendo mientras sentía a su bebé retorcerse y girar. No, ella no tenía que hacer nada. El karma y los dioses se encargarían de Hellsing. Y si no lo hacían... todo lo que Seras tenía que hacer era sobrevivirlos. Y ella ya planeaba hacer precisamente eso. Después de todo, ella tenía todo por qué vivir.

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Gracias a todos por leer y votar!!

gracias sarhea por permitirme traducirlo

cuidencen!!

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora