Una Ciudad De Polvo y Huesos [1]

KILLIAN

El silencio de la ciudad me rodea completamente y lo único que se escucha es el sonido lejano de unos pequeños pasos. La noche está despejada encima de mi cabeza y algunas estrellas se dejan ver. Me apoyo más sobre los escombros del edificio abandonado y miro la distancia que me separa del suelo. Desde la terraza de éste se puede controlar y observar mejor el perímetro. Decidí hoy ser yo quien se encargue de la vigilancia porque mi padre no deja de presionarme. Tengo que estar yo presente la próxima vez que se aparezca. La próxima vez que ella decida atacar. La chica de pelo rojo que no conozco. La chica que me hace odiarla por completo. Por su culpa estoy en esta maldita misión que no hace más que torturarme y afectar mi trabajo. ¿Por su culpa o por mi padre? creo que ya se la respuesta.

Observó el papel arrugado que sostengo en mi mano y lo alzó un poco para que la luz de la luna lo alumbre. Ese rostro encapuchado y esos ojos verdes me miran con una intensidad que me come vivo,se burla de mi. Esos malditos ojos verdes llenos de vida y recelo me torturan los sueños.

Todo esto terminará pronto.

Ella y su maldito grupo terrorista van a dar un paso en falso y voy a ser yo quien los reciba con los brazos abiertos. Ella va a pelear por su vida,eso lo tengo bien claro porque así es ella; Salvaje como todos los de su clase. Pero no la voy a dejar hacerlo por mucho tiempo, no tiene oportunidad.

-Prometo darte una muerte digna y rápida- le digo al viento mientras suelto el papel y lo dejó caer despacio hacia la calle que se encuentra muy debajo de nosotros- No puedo permitirme dejarte viva.

El papel vuela con el viento y se va lejos entre las copas de los árboles perdiéndose entre ellas.
Unos pasos detrás de mí me hicieron desviar la vista del frente.

-Ya está todo listo señor

Una sonrisa arrogante se me quedó atorada en la garganta.

-Perfecto, preparen todo

-De inmediato

El guardia desapareció y me quedé solo por un momento más perdido entre mis pensamientos y la compañía de la luna. Esta vez, deje que esa sonrisa salga de mí mientras observo un pequeño pero rápido movimiento entre los árboles del bosque. Te tengo.

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Hola! ¿Como están?
¿Que pasará ahora?.
Gracias x leer!
-Delfi