NUEVE

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Mirar una posible escena de un crimen siempre es como la primera vez. Siempre te agarra esa sensación que te eriza la piel y te pone los pelos de punta. Como si unas manos invisibles te estuviesen suplicando que resuelvas el misterio, que los ayudes a saber qué fue lo que exactamente les hicieron, a guiar de alguna forma su alma hacia la salida. Tuve que ver muchas muertes a lo largo de mi corta vida pero nunca, tuve que sufrir de cerca ninguna de ellas. Hoy, la vida de mi hermana está en juego. Y, por fin comprendo a las personas que estuvieron en mi lugar, por fin entiendo lo doloroso que es no poder resolver el acertijo. ¿Se la llevaron para sacarle información? , ¿Se la llevaron porque los enfrentó? , ¿Quién dio esa orden?, ¿Qué esperan que les diga? Es una lotería a la cual no tengo ni cartón para jugar.

El eco de mis pasos retumban sobre lo que queda de la estructura de lo que era el edificio luego del incendio. Tenía que pasar por acá para ver si hay algo que no pudieron ver, alguna información que tenga que saber antes de ir hacia ellos. No hay nadie en el lugar. El olor a sangre fresca llena mi nariz y frunce mi estómago. Ellos pelearon y se hirieron. Ellos los atacaron y se defendieron.

Observó detenidamente el lugar y todo parece hecho un caos. Si querían que esto pasase desapercibido no lo lograron. Las señales de lucha persistieron a pesar del fuego y hay varios faroles rotos en el piso. Una furia intensa me cosquillea los pies al pensar que mi hermana tuvo que pasar por esto.
Me lleva un largo tiempo intentar buscar algo que me lleve hacia mi hermana. Pero no hay nada. Es como empezar a buscar en medio de un laberinto sin fin.

Dejo caer mi cuerpo hacia una de las paredes y apoyo mi cabeza en ella largando un gruñido. Los malditos limpiaron bien el lugar.
¿Por qué quieren que todo pase desapercibidamente? ¿De qué sirve?, si a nadie le importamos, nuestra muerte más que entristecerles les arreglaría la vida.
Me giro sobre mí misma y le doy un golpe a la pared con una de mis manos. Esto iba a ser más difícil de lo que pensé. No quiero que mi hermana siga bajo sus manos, no quiero seguir estando lejos de ella.

Las paredes sofocantes siguen irradiando calor y se están empezando a llevar todo el aire de mis pulmones. Es como si supiera todo lo que pienso, lo que estoy dispuesta a hacer. El miedo de no poder cumplir con eso me presiona la nuca. Volví a darle otro golpe a la pared pero me detuve al ver el reflejo de algo brilloso que llamó mi atención.

Una mano

Hay una huella de una mano marcada en la pared con sangre. Paso mis dedos sobre ella y estos se manchan dejándolos medios pastosos. Es de hoy. Pero hay algo más allá de eso,busco un fósforo en mi mochila y lo saco,lo prendo usando la pared y lo acercó hacia la huella. Algo dentro de mí se retuerce al terminar de darse cuenta de la situación.

-¿Qué mierda...?- dejé salir casi en un susurro que retumbó por todo el lugar. Una huella de sangre...azul.

¿Qué carajo hacía un artífice acá a la hora de los ataques?, ¿Por qué no me informaron de ello?, ¿Lo sabían y no me dijeron nada o no tenían idea?, ¿Que sabe Weylin al respecto?
Un ruido proveniente de afuera del edificio me obligó a salir rápidamente por donde vine y a ocultarme entre los árboles que rodeaban el lugar. Dos guardias vinieron a inspeccionar el lugar, ¿Qué es lo que buscan?.

-No está acá señor - dijo uno de ellos a una radio que tiene en su mano- la salvaje mintió.

Salvaje. Lura.

Una voz le contestó a través de ella pero no llegué a escuchar que es lo que les dijo

-Entendido, ya vamos para allá - comentó el otro mientras se alejan del lugar.

¿Qué está pasando? tengo que salir de acá.

******
Una pequeña niebla cubre mis pies haciendo que el camino a mi paso sea incierto. Llevó más de tres horas caminando por este maldito bosque. El sonido de la ciudad comercial ya no se escucha. Es como un lejano susurro a mí alrededor. Los árboles se mueven al compás de la brisa y la oscuridad se hace cada vez más presente. El sonido del bosque me genera un escalofrío por todo el cuerpo, me siento caminando en un completo infinito, mi mente juega conmigo haciéndome creer que estábamos pasando por el mismo maldito árbol una y otra vez.

Una Ciudad De Polvo y Huesos [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora