Chapter 17

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Advertencia
Menciones a violencia sexual.

Luego de lo que pasó el día anterior, el martes apenas llegó a la escuela lo primero que Megumi hizo fue disculparse con sus compañeros

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Luego de lo que pasó el día anterior, el martes apenas llegó a la escuela lo primero que Megumi hizo fue disculparse con sus compañeros. Además de Mineta, con quién en realidad sólo se disculpó falsamente, a sus otros compañeros y amigos les pidió una disculpa verdadera, les explicó que no había sido un buen día, del cual no mencionó en lo absoluto, y les prometió no volver a salirse de control. Claro que todos en la clase aceptaron esto, incluso las chicas le agradecieron por defenderlas y le dijeron que no se preocupara por lo sucedido, lo cual de cierta forma alivio al chico.

Así que ahí estaba, recostado en su escritorio mientras oía a su padre dar la clase de ese día frente al pizarrón, persona con la cual no había hablado desde el día de ayer y se sentía tan mal consigo mismo que no tenía planeado dirigirle la palabra en el resto de la semana. Se sentía una escoria, había preocupado y decepcionado a su padre. No era como que nunca hubiera oído esas palabras antes, de hecho estaba seguro de que las escuchó tantas veces en su vida como para que a esta altura no le importará.

Pero está vez sí le importó, y lo más importante es que le dolió. Le dolió tanto oír a su padre, la misma persona que le dio la vida y quién se puso tan feliz en el momento en que se reencontraron, decir que estaba decepcionado de él, que ni siquiera sabe cómo mantuvo la calma en todo ese tiempo. Sentía que su padre con esas simples palabras le había dado la paliza más grande de su vida y que había tomado su corazón para triturarlo, ahora entendía cuando sus amigos en la secundaria decían que odiaban decepcionar a sus familias.

¿Y lo peor? Es que Shota tenía toda la razón. Había sido su culpa perder el control, era débil y aún con todos los años que llevaba practicando para controlar su don seguía sin ser lo suficientemente fuerte como para controlar un ataque de ira. Se sentía como un inútil, un idiota y sobre todo un maldito impulsivo, sintiendo la necesidad de echarse todo eso en cara para poder mejorar.

Debía mejorar.

Porque justo ahí, sentado en su banco a varios metros de su padre quien enseñaba las cosas que escribió en la pizarra, sentía que todo el avancé de confianza y cariño que había podido lograr en ese poco tiempo se iba por la borda. Y no podía parar de pensar en sus palabras, en el tono de su voz y en la decepción en sus ojos. De esa forma Megumi descubrió que quizás quedarse sin su padre nuevamente, luego de haberlo conocido, comenzaba a ser su mayor miedo.

Y en esos momentos tenía muchas cosas de qué preocuparse, como su castigo de esa semana, o que ese día debía empezar el entrenamiento con su padre y seguro todo sería incómodo. Incluso debía preocuparse de comprar un nuevo maquillaje para cubrir los moretones de su cuerpo, ya que él suyo se agotó esa mañana y solo pudo cubrir un poco de su rostro.

“Mierda hoy tengo que entrenar con papá y no cubrí nada de eso” pensó con cansancio.

No prestó atención a casi nada de lo que el adulto decía, al menos no hasta que el timbre de el comienzo del receso sonó en toda la institución, comenzando a sacarlo de la pequeña burbuja en la que su mente lo había metido.

˓˓ 𝘾𝙡𝙤𝙪𝙙 ˒˒ ᴮᴺᴴᴬ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora