En una sociedad dónde los héroes solo buscan fama y fortuna, ignorando el sufrimiento escondido de las personas, un joven chico decide convertirse en ese héroe de esperanza para la sociedad.
No sé esperaba que su simple existencia comience a sacar...
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— Hay demasiada gente.
Megumi hizo una leve mueca de disgusto al ver qué en verdad habían muchos estudiantes para hacer el examen. Por instinto se acercó más a su grupo, que estaban en medio del montón, al ver que Kirishima estaba a su lado no pudo evitar llevar su mano para sostener su brazo, mirando alrededor al nervioso.
— Es normal, todos quieren tener su licencia. — Eijiro le sonrió dulcemente para calmar sus nervios.
— Demasiados. — comentó Uraraka a su lado también mirando a todos allí.
— Bueno, hagamos lo de la licencia. — se escuchó la voz del instructor por los parlantes del lugar. — Soy Mera de la comisión de seguridad pública de héroes, me gusta el sueño no paradójico, mucho gusto. — su voz se oía tan cansada que Megumi no pudo evitar recordar a su padre. — Les daré su orientación. El contenido de toda esta cosa, los 1.540 participantes tendrán que ganar un ejercicio dónde competirán todos contra todos.
— ¿En serio? Eso no nos dice mucho. — protestó Sero a su lado.
— Dicen que la sociedad está saturada de héroes, y desde el arresto de Stain muchas personas tienen dudas sobre el estado de la sociedad. — comenzó a explicar el orientador. — Bueno, como ciudadano no importa la motivación. Decirle a otros que arriesguen sus vidas sin ninguna compensación es la historia cruel de esta época moderna. Pero en fin, ya sea por compensación, lealtad o coraje, hay muchos héroes trabajando juntos para ayudar a la gente y derrotar a los villanos. Y el tiempo desde que ocurre un incidente hasta que se resuelve es ridículamente corto. Todos los que aprueben recibirán su licencia provicional y saltarán a esa rápida corriente, los que no aguanten ese ritmo tendrán problemas. — alzo la vista para ver a los adolescentes. — Así que probaremos su velocidad.
La pantalla sobre los instructores mostró un número 100 antes de que el hombre peliblanco siga.
— Los primeros 100 en cumplir con los requisitos aprobaran.
— Hay 1540 tomando el examen. ¿No dijeron que al menos la mitad aprobarían? — Yaoyorozu se alarmó.
— Entonces, aprobará menos del 10% de los estudiantes. — dedujo Asui.
— Me va a dar un ataque de nervios. — Jirou se abrazó a sí misma.
— Se me va a bajar la presión. — dijo al mismo tiempo Megumi, tomando la mano del pelirrojo por los nervios y recibiendo un apretón por parte de este.
— Han pasado muchas cosas en el mundo. — el adulto se levantó lentamente de su asiento. — En fin, les hablaré de los requisitos. — saco de debajo de la mesa una pelota de color naranja y una especie de aro del mismo tamaño. — Todos se pondrán tres de estás dianas en su cuerpo. — La pantalla mostraba con dibujos lo que el hombre decía.— Pueden ser donde sea mientras estén a la vista, no pueden ser en sus suelas o en sus axilas. También tendrán seis de estás pelotas, las dianas sólo se iluminarán cuando las golpeen con estás pelotas. Y si se encienden los tres están fuera. Quiénes se acerquen a estos objetivos sumarán derrotas. Pasarán de ronda si vencen a otros dos, eso es todo.
