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Tenya Iida:

La encontré noches siguiente en un bar de la zona, la primera vez me la topé de pura casualidad, había ido ahí para ver a un amigo de mi hermano, y en cuanto me senté logré verla en una mesa al fondo con un hombre bien vestido que le besaba la mano de forma cariñosa.

Aunque trate de hacerme el ciego las dos horas que estuve ahí no podía evitar que mi mirada se posará sobre ella, aunque estaba más ocupada en otros asuntos y no me vió.

Después comencé a ir esporádicamente, con la leve esperanza de que fuera, y así paso, la vi entrar agarrada del brazo de un sujeto moreno, alto y delgado, pero está vez me vió en cuanto entró. Le dijo algo a su caballero y fue hasta donde estaba sentado.

Llevaba un vestido algo pegado, negro y con una abertura por la pierna. Se veía tremendamente sexy.

- No pensé encontrarte en un lugar como este. - una sonrisa traviesa se asomó en su rostro y se sentó en una silla frente a mi - Que tal te trata la noche?

- El bar está cerca de mi casa, también me gusta la diversión - tomé un trago de la bebida que tenía y trate de actuar con naturalidad, no salió muy bien - Está noche es tranquila, no está pronosticado lluvia.

- Ves las noticias todo los días? O como sabes que no llueve?

- Reviso el clima en mi celular antes de salir.

Estuvo por soltar una carcajada pero vi que se contuvo y solo se escuchó una leve risa.

- Imaginé que serías de esos.

Se giró para ver en donde se habia ido a sentar su acompañante.

- Veo que te va bastante bien sola.

Se giró de nuevo hacia mi y primero mantuvo una expresión seria, noté que trataba de averiguar en qué sentido iban mis palabras pero en segundos volvió a sonreírme.

- Pues a veces - volvió a dar una mirada rápida - Ya debo irme - se levantó de su lugar y acomodó la silla, se acercó hasta mi y al ver sus intenciones yo también me levanté. Me dio un abrazo y en mi oído susurró - también te vi la primera vez, pero ese día mi compañero no hubiera tomado bien que saludara a un héroe. - me beso la mejilla y cuando me di cuenta ya se había alejado.

No estoy seguro si fue su aroma, el tacto de sus brazos al rodearme, la sensación de sus labios rozando mi oído o el beso final que me dió, pero sentí como mi miembro comenzó a ponerse duró. Me senté de inmediato para evitar que se viera.

Parezco un adolescente, no puede ser.

Igualmente mi erección terminó por bajarse cuando vi que el otro hombre la recibía con un beso bastante posesivo en cuanto llego con él. No tarde mucho en irme después de eso.

Esa noche me llamó Aiko.

- Aquí Ingenium

- Ingenium? - río - pensé que no contestarias.

Sentí como mi corazón se aceleró cuando escuché su voz, habia olvidado que le di mi número de héroe.

- En este número contesto todas las llamadas.

- Uhm? Me diste tu número de trabajo?

- Es correcto.

- Ah pensé que ya éramos amigos.

No pude evitar sonreír al oírla, me metí a mi habitación y me recosté.

- Lo somos, pero cuando te di el número estaba trabajando.

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