XXI

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T/N


Aquella tarde fue una de las más felices que había pasado en el campamento, lo cual quizá sirva para demostrar que nunca puedes saber cuándo todo tu mundo se va a desmoronar en pedazos.

Grover anunció que pasaría el resto del verano con nosotros antes de reanudar la búsqueda de Pan. Tan impresionados tenía a sus jefes del Consejo de los Sabios Ungulados, por no haberse dejado matar y  por haber allanado el camino de los futuros buscadores, que le concedieron un permiso de dos meses y un juego nuevo de flautas de junco. La única mala noticia era que Grover insistía en pasar las tardes tocando con aquellas flautas, porque sus dotes musicales no es que hubieran mejorado mucho, la verdad. Interpretaba una vieja canción de Village People titulada YMCA junto a los campos de fresas, y las plantas parecían enloquecer y se nos enredaban en los pies como si quisieran estrangularnos.

Supongo que no podía culparlas por eso.

Grover me dijo que, ahora que estábamos cara a cara, podía disolver la conexión por empatía que había establecido entre nosotros. 

Tanto Percy como yo le dijimos que no pasaba nada si seguíamos manteniéndola, cosa que sorprendió bastante a Grover. Pero al final sólo Percy siguió con la conexión ya que me obligó a mi a disolverla con la excusa de que él había sido el primero con el que Grover había probado la conexión por lo así que era "más justo".

Cuando Grover terminó de romper nuestra conexión se me acerco y me susurró al oído:

"En realidad, Percy no quería que estuvieras en riesgo."

Luego se fue saltando y tocando la flauta dejándome roja de la vergüenza.

Pero si sigues con la conexión tu también vas a estar en riesgo, idiota.  

***

En cuanto a Tyson, los campistas lo trataban como a un héroe. Lamentablemente, Quirón nos comunicó a Annabeth, Grover y a mi que Poseidón lo llamó para que pase el resto del verano en el fondo del océano para que aprenda a trabaja en las fraguas de los cíclopes. Básicamente, un internado.

Decir que no me puse triste, sería mentir. No había pasado mucho tiempo desde que Tyson llegó al campamento, aún así, ya lo consideraba parte de mi pequeña familia. Tenía la expectativa de que él se quedara todo el año en el campamento, así yo le podría enseñar esgrima y él me enseñaría a construir un super-carro como el de la última carrera.  Igualmente, estaba orgullosa de Tyson y sabía que él iba a estar muy feliz  por la propuesta de su padre.

Annabeth, Grover y yo buscamos a Percy para comunicarle lo que Quirón nos había dicho, aunque seguramente él ya lo sabía. Lo encontramos sentado en una duna cerca de la orilla.

"Eh, Percy." dije.

Él se volvió, unas pocas lágrimas se le escapaban de los ojos.

"Tyson... ha tenido que..." dijo.

"Ya lo sabemos." repuso Annabeth en voz baja "Nos lo ha dicho Quirón."

"Las fraguas de los cíclopes." Grover se estremeció "¡Me han dicho que la comida de la cafetería es horrible! ¡No hay enchiladas, por ejemplo!"

Le tendí la mano a Percy.

"Vamos, cerebro de alga. Es hora de cenar."

Regresamos hacia el pabellón del comedor; los cuatro juntos, como en los viejos tiempos.

ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ᴍᴏɴsᴛʀᴜᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora