II

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ANNABETH


Estaba leyendo en mi cuarto cunado mi padre me llama diciendo que alguien quería hablar conmigo por teléfono.

Fruncí el seño. En el instituto no había hecho amigos y los únicos que tenía sólo se comunicaban conmigo por mensaje iris. Lo mismo pasaba con Quirón, él había ordenado que los mestizos no podíamos usar teléfonos. Salvo que esté pasando algo grave. 

Y así era.

"¿Hola...?"

Cuando atendí no tardé en reconocer la voz.

"¡Ann! Que bueno que atendiste-"

"¿t/n? ¿Qué pasa? ¿Por qué estás usando un teléfono? Sabes que no-"

No dejó que terminara de retarla.

"¡No es momento para regaños. Escúchame por favor. Algo no anda bien en el campamento..."

"¿Cómo que algo no anda bien?" la interrumpí "¿Qué está pasando?"

"Es lo que estoy tratando de decirte, no me interrumpas." t/n sonaba apresurada, se escuchaba como si estuviera corriendo. "Mira, pasó algo con el árbol de Thalia..."

Mis ojos se abrieron como platos. Esto era grave. El pino de Thalia era el que protegía todo el campamento. Si algo le pasaba...

"¿Ann? ¡Annabeth! ¿Seguís ahí?" t/n me sacó del trance.

"Si si, perdón."

"Escucha con atención. Necesito que vayas a buscar a Percy y a su amigo y que los tres vengan lo antes posible. Puede que estén en peligro si siguen afuera del campamento-"

¿Y a su amigo?

En ese momento un chirrido agudo y muy fuerte se escuchó del otro lado del teléfono. Un monstruo.

"¿t/n? ¿Estás bien? Escuché un mons-?"

"Tranquila yo me encargo de lo que pase aquí. Tú sólo haz lo que te pedí."

Y cortó, dejándome con un millón de preguntas.

***

Casi no había tenido tiempo de despedirme de mi familia. Me angustió un poco tener que irme antes, justo cuando la situación familiar estaba mucho mejor. Pero mi padre sabía que iba a volver al campamento en estos días, así que solo le dije que había adelantado mi partida porque extrañaba el campamento (cosa que no era mentira).

El viaje fue una pesadilla. Todo el tiempo me estuvo siguiendo una arpía con intenciones de comerme. Y sólo pude librarme de ella cuando, en un parque cerca de una terminal de ómnibus, logré atravesarla con mi daga.   

Luego de ese viaje agotador, logré llegar al instituto de Percy. 

Escabullirse no fue fácil. La reja de la entrada estaba cerrada por lo que tuve que dar toda la vuelta al edificio buscando el lugar menos vigilado. No es que en el colegio hubiera cámaras y guardias por todos lados, pero si había un montón de ventanas que daban a las numerosas clases con alumnos. Y si alguien me llegaba a ver y le contaba a algún superior estaría en problemas.

ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ᴍᴏɴsᴛʀᴜᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora