ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ᴍᴏɴsᴛʀᴜᴏs

XII

T/N

"Están metidos en un lío tremendo." nos dijo Clarisse.

Acabábamos de terminar un pequeño tour por el barco, que habíamos hecho sin ningunas ganas a través de una serie de camarotes sombríos, atestados de marineros muertos. Habíamos visto el depósito de carbón, las calderas y máquinas, que resoplaban y crujían como si estuvieran a punto de explotar. Habíamos visto la cabina del piloto, la santabárbara y las torres de artillería (los lugares preferidos de Clarisse): dos cañones Dahlgren a babor y estribor, y dos cañones Brooke a proa y popa, todos preparados para disparar bolas de bronce celestial. Sin duda el mejor barco de guerra que había visto.

Allá donde íbamos, los marineros confederados nos miraban fijamente, con aquellas caras fantasmales y barbudas que relucían bajo sus cráneos. Logré caerles bien en cuanto se enteraron que también era hija de Ares. La conversación fue más o menos así:

"¿Eres hija de Ares?"

"Si."

"Genial."

"Si."

Tyson les tenía verdadero pánico. Durante todo el paseo insistió a Annabeth para que le diese la mano, cosa que a ella no le entusiasmaba demasiado.

Por fin, nos llevaron a cenar. El camarote del capitán del CSS Birmingham tenía el tamaño de una despensa, pero aun así era mucho mayor que los demás camarotes del barco. La mesa estaba preparada con manteles de lino y vajilla de porcelana; había mantequilla de maní, sandwiches de gelatina, patatas fritas y SevenUp, todo eso servido por esqueléticos miembros de la tripulación. El hambre que había perdido durante la batalla volvió y comí como si no hubiera un mañana.

"Tántalo los ha expulsado para toda la eternidad." nos dijo Clarisse con un tono engrído "El  señor D añadió que si se les ocurre asomarse otra vez por el campamento, los convertirá en ardillas y luego los atropellará con su auto."

"Que tierno." dije haciendo reír a algunos miembros de la tripulación.

"¿Han sido ellos los que te han dado este barco?" preguntó Percy.

"Por supuesto que no. Me lo dio mi-" hizo una pausa mirándome "...nuestro padre."

"¿Ares?"

Clarisse lo miró con desdén.

"¿Te crees que tu papi es el único con potencia naval? Los espíritus del bando derrotado en cada guerra le deben tributo a Ares. Es la maldición por haber sido vencidos. Le pedí a mi padre un transporte naval... y aquí está. Estos tipos harán cualquier cosa que yo les diga. ¿No es así, capitán?"

El capitán permanecía detrás, tieso y airado.

"Si eso significa poner fin a esta guerra infernal, señora, y lograr la paz por fin, haremos lo que sea. Destruiremos a quien sea."

Clarisse sonrió.

"Destruir a quien sea. Eso me gusta."

Tyson tragó saliva.

"Clarisse." dijo Annabeth  "Luke quizá vaya también tras el vellocino. Lo hemos visto; conoce las coordenadas y se dirige al sur. Tiene un crucero lleno de monstruos..."

"¡Perfecto! Lo volaré por los aires, lo sacaré del mar a cañonazos."

"No lo entiendes." dije "Tenemos que unir nuestras fuerzas. Deja que te ayudemos..."

"¡No!" Clarisse dio un puñetazo en la mesa "¡Esta misión es mía, niñata! Por fin logro ser yo la heroína, y ustedes tres no van a privarme de una oportunidad así."