VII

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T/N


Para Percy, los siguientes días fueron una auténtica tortura, como Tántalo deseaba.

En primer lugar, ver a Tyson instalándose en la cabaña de Poseidón mientras le entraba la risa floja cada quince segundos, ya fue toda una experiencia.

"¿Percy, mi hermano?" decía como si le hubiese tocado la lotería.

Y no había modo de que entendiera que eran familia. Estaba levitando. 

Tratamos de explicárselo.

Su padre, el todopoderoso Poseidón, se había encaprichado de algún espíritu de la naturaleza y Tyson había sido el resultado. Yo había leído los mitos sobre los cíclopes, e incluso recordaba que con frecuencia eran hijos de Poseidón. Por eso pedí que lo trajeran al campamento, había un 50% de probabilidad de que Tyson y Percy sean parientes. Obviamente nunca pensé que eso podía crear tanto escándalo.

En cuanto a Percy, en fin, por más que le cayera bien aquel grandulón, notaba que se sentía algo incómodo... avergonzado, sería la palabra adecuada.

Y luego estaban los comentarios de los demás campistas. De repente, Percy ya no era el tipo impresionante que el verano pasado había recuperado el rayo maestro de Zeus; ahora era el pobre idiota que tenía a un monstruo horrible por hermano.

"¡No es mi hermano de verdad!" protestaba él cuando Tyson no andaba por allí  "Es más bien un hermanastro del lado monstruoso de la familia, como un hermanastro de segundo grado... o algo así.

Nadie le creía.

Lo admito: Tyson, sin duda, no da una buena impresión cuando lo vez por primera vez. Pero cuando llegas a conocerlo te das cuenta de que tiene una personalidad pura y tierna. Es como hablar con un niño pequeño que pregunta por todo lo que ve, asombrado de las cosas nuevas. A veces me hacía acordar a mi en mis primeros años en el campamento. Capaz que es por eso que soy más compasiva con Tyson que los demás y no entiendo por qué lo tratan de esa manera. Me lo esperaba de Annabeth (quien odia a los cíclopes) y de Dioniso (quien odia a todo el mundo), pero nunca pensé que el campamento entero se pusiera en su contra, mucho menos me lo imaginaba de Percy. Pero yo no tenía un hermano cíclope y, aunque creo que nunca lo haría, capaz que si lo hubiera tenido habría reaccionado de la misma manera.

***

Una mañana, mientras Percy,  Annabeth y yo estudiábamos distintos diseños de carro junto al lago de las canoas, unas graciosas de la cabaña de Afrodita que pasaban por allí le preguntaron a Percy si no necesitaría un lápiz de ojo...

"Ay, perdón. De ojos, quiero decir."

"No hagas caso, Percy ." refunfuñó Annabeth, mientras las chicas se alejaban riendo "No es culpa tuya tener un hermano monstruo."

Y ahí empezamos de nuevo.

"¡No es mi hermano!" replicó Percy "¡Y tampoco es un monstruo!"

Annabeth alzó las cejas.

"Espera, ¡ahora no te enojes conmigo! Y técnicamente sí es un monstruo."

"Bueno, pero la culpa fue de t/n que le dio permiso para entrar en el campamento."

Fue mi turno de contraatacar.

"¡Porque era la única manera de salvarte la vida! Pero, dime, ¿qué tienes tú contra los cíclopes?"

Percy se sonrojó hasta las orejas y no dijo ni una sola palabra.

"Olvídenlo." intervino Annabeth "Veamos, el eje de este carro..."

ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ᴍᴏɴsᴛʀᴜᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora