Narra: Beilee.
Oh, hola. Mi nombre es Beilee Carpenter y mañana se acaban mis vacaciones, provengo de una muy buena familia. Mi tío Marco es el primer hombre más rico de todos los ángeles, mi madre es menor que el por un año.
Nacer en una familia multimillonaria, con un padre genio y una como la mejor chef del país como madre. Ah sido una gran ventaja en unas de las metas que me eh planteado ah seguir perfectamente, y es que eso es un defecto o virtud. Como ustedes lo quieran ver, pero para mí está bien ser perfeccionista.
Nada más consisto de tener dos tíos genéticamente. Mi tía Sabrina que es la mejor arquitecta del país y tiene su propia constructora, y que además estar casada con el mejor cirujano plástico, cardiologo, anestesiólogo y neurológo ah nivel mundial. Osea, mi tío Marco, el hermano de mi madre.
Y también está mi tío Franco, que es el mayor de los Pérez. Es unos años mayor que mi tío Marco para decir verdad, mi tío Franco es el ingeniero petrolero más importante de muchos países y tiene varias petroleras multimillonarias.
Pertenecer ah una familia tan poderosa no es un problema en realidad. Y es que mi familia es mucho más extensa de lo que parece, mi tío Marco pertenecía ah un cuarteto en su juventud. Que consistía de mi tía Yisel, mi Tío Ricky y mi tío Erick, ellos han sido mejores amigos durante más de cuarenta años. Muchísimo tiempo para ser franca, mi tío Ricky se casó con mi tía Yisel hace muchísimos años. Y son la segunda familia más rica de los ángeles, luego continua mi tío Erick que forma parte de la tercera familia más rica del país.
La fortuna es de algunos billones. De acuerdo, quizás un poco más de solo algunos. Es una larga historia la verdad.
—Vamos escarabajo, ya falta poco para que llegues—me grita enérgico el rubio en la colina. Confieso, solo hago esto con fin de que mi hermano mayor me deje tranquila y no me regañe por no asistir a fiestas, es que no soy muy sociable. Seme dificulta mezclarme con los demás, pero eso es algo que mi familia no deben enterarse jamás.
—Te eh si dicho miles de veces que no me llames así—le reclamo casi llegando ah la extensa colina. Sentía como mi corazón latía ah una gran velocidad, mis manos se encontraban realmente sudorosas. Al igual que muchas harías de mi cuerpo. Sentía como si estuviera apunto de darme un infarto, me encontraba completamente exhausta.
—Y yo te eh dicho miles de veces que no te dejaré de llamar de es manera—me confiesa mi hermano mayor con una amplia sonrisa. Ruedo mis ojos con molestia para así por fin llegar ah la sima.
—Eres un tonto—me inclino hacía el y le doy un golpe en la cabeza, para así tirarme al pasto y presenciar la hermosa vista. Danilo se acuesta ah mi lado, me encantaba pasar tiempo con el. Además de Danilo, tengo ah Graciela. Pero ella ya es otro tema, mi hermana mayor eligió no pertenecer ah nuestra familia. Y es que al parecer no se cansa de cometer errores en su vida. En lo contrario de Danilo. Mi hermano si se ah ganado todo lo que tiene, por supuesto siempre ah tenido el apoyo de nuestros padres como todos nosotros. Pero se graduó hace algunos años de la universidad, y a pesar de tener a penas veintidós años. Danilo es el mejor neurológo pediatra y odontólogo, es mi ejemplo ah seguir. Pero obviamente no se lo diría, solo ocasionaría que su ego creciera aún más.
—¿En que piensas?—ya llevaba dos años en la facultad culinaria. Lo lamentó, la medicina si no es lo mío. La gastronomía si, y es que tenemos un coeficiente intelectual superior ah los de muchos, somos unos genios para ser franca. Graduarse muchos años antes de lo previsto de la universidad, no es nada extraño en mi familia. Los hijos de mi tío Franco lo han hecho, en excepción de Maía que deseo vivir las experiencias estudiantiles como se "debían" los hijos de mi tío Marco. Hasta los hijos de mi tía Yisel y Ricky, y no olvidar ah lo hijos de mi tío Erick. Todos ellos se graduaron mucho antes de lo previsto y son los mejores en las harías que eligieron. Yo soy la más chica de todos ellos para decir verdad.
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Mi primer amor
Teen Fiction¿Recuerdan ah esas patéticas chicas con su figura perfecta que humillan ah todos?. Pues, esa no soy yo. Pero si lo es el, ese fanfarrón que no desea ponerle límites ah su arrogancia innecesaria. Aunque está historia parezca algo "clichés" sabrán que...