Narra: Beilee.
El inclina su mano derecha asia mi.
—Mucho gusto sicópata, doy Adal Manfred—se presenta con una amplia sonrisa. Sin ánimos le regreso la sonrisa para así estrechar su mano con mía.
—Mucho gusto insecto abominable. Soy Beilee Carpenter—le confieso poco emocionada de ser su compañera. Fabuloso, ya mi vida en la universidad era lo suficientemente mala como para esto. ¿Acaso estoy predestinada ah tener mala suerte toda mi vida?. Porqué ser compañera de este sujeto ya es demasiada mala suerte. Diosito, si me estás escuchando. Échame una mano con esto. ¿Quieres?. Estrechamos nuestras manos con poca emociones.
—Temo que ese alias no lo permite Adal Manfred—yo lo observó y le sonrió con enojo.
—Y yo temo que ese "alias" es algo que aprueba Beilee Carpenter.
Ese recuerdo viviría en mi cabeza por el resto de mi vida, si. Quizás fuy yo la culpable de tirarle el café extremadamente caliente y debía ser yo la que se disculpará con el por no haberlo visto. Pero para mí defensa, tenía mucha prisa.
Se que eso no es una justificación, pero realmente deseaba quedar bien con el profesor Yaquino, pero solo quede en ridículo como siempre.
—¿Todo está bien en la universidad?—me pregunta mi padre curioso.
—Si. Mucho que hacer la verdad—le confieso con una gran sonrisa. Una fingida obviamente, aún no podía entender. ¿Porqué seme hacia tan difícil abrirme con las personas?. Hasta con mi familia seme era tan difícil contarle mis cosas, y era un hecho que odiaba rotundamente. Solo quería poder desahogarme con alguien. Y habeses siento que a través de las comida es la única forma en la que lo puedo lograr.
—¿Pero todo marcha bien?. ¿No hay ningún problema?. ¿Esta todo bien con tus amigos?—mas que una cena. Parecía un interrogatorio, mi madre no dudaba en preguntar si le preocupaba algo.
—Por supuesto que todo está bien. ¿Porqué lo preguntas?. Tu hija de una adolescente popular, todos quieren ser mis amigos y me hace sentir realmente cómoda. Como si perteneciere hay—no me gustaba tener que mentirle. Pero era mucho, ah que supieran que su hija es una inadaptada social.
—Que bueno—me confiesa mi madre con una gran sonrisa—¿Ya sabes lo que deseas hacer para tus dieciséis?.
—Ya llegó lo más guapo de esta casa—un Danilo euforiaco se hace presente en el comedor. Le da un beso ah nuestra madre, para luego acercarse ah mi y darme un beso en la frente, el rubio se aleja un poco de mi y se sienta en frente de nuestro padre—perdon por la tardanza. Tuve tres cirugías continúas—nos confiesa. Para así tomar el cuchillo y comenzar ah cortar el pollo que nuestra madre había preparado.
—No te preocupes cariño. Estábamos hablando con respecto ah los dieciséis de tu hermana—pensar en mi cumpleaños era completamente estresante. Todos los años tenía que pagarle ah personas para que se hicieran pasar como mis amigos y así poder decir, oigan. Mis amigos ya llegaron, que comience la fiesta ahora. Tener que mantener de pie esa farsa me causaba un gran estrés para ser franca.
—Umm.... ¿Es este fin de semana no es así?—pregunta Danilo comiendo su comida con alegría.
—Asi es. Pero preferiría posponerla—les confieso.
—¿Que?. ¿Pero porque?. ¿Te ocurrió algo?. ¿Te sientes mal?—mi padre podía ser tan melodramática como lo era mi madre cuando se lo proponía.
—No. Estoy bien—les aseguro con una amplia sonrisa.
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Mi primer amor
Teen Fiction¿Recuerdan ah esas patéticas chicas con su figura perfecta que humillan ah todos?. Pues, esa no soy yo. Pero si lo es el, ese fanfarrón que no desea ponerle límites ah su arrogancia innecesaria. Aunque está historia parezca algo "clichés" sabrán que...