MI MANO DERECHA - CARLONI

SENTIMIENTOS

Todos sentados y ya reunidos en una gran mesa llena de papeles, vasos o copas de licor y ceniceros. Los dos Gambino en la mesa uno junto al otro con miradas tensas y penetrantes, los otros hombres hablando entre sí tranquilamente evitando completamente la guerra campal que está surgiendo en un lado.

— No me importa —Hablo Toni con una sonrisa picarona

— A mi si, ¿no puedes estar ni 5 minutos con el chino sin follartelo? —Dijo sarcásticamente

— Fíjate que no —Giró los ojos con enojo

— Si lo note

Un vaso fue golpeado por un tiempo para llamar la atención de todos los presentes, los hombres giraron sus cabezas hacia la punta de mesa para fijar su mirada en un hombre de traje y sombrero.

— Es un honor para mí tenerlos a todos reunidos —Dijo el hombre felizmente —Al señor Hai y al magnificó Igor—Los miraba con un brillo peculiar en sus ojos. Los dos sonrieron y agradecieron silenciosamente a su saludo —Y por supuesto a los hermanos Gambino, próximos líderes de la mafia Gambina —Agregó contento

Carlo se levantó de la mesa abotonando su saco, con una sonrisa y sus ojos verdes brillantes —Para mí también es gusto volverlo a ver, tiempo sin declararnos una palabra. Y todos los presentes también, sin... Ninguna... Excepción —Miraba al asiático con recelo

Los hombres se rieron, sentían gran emoción por aquel chico, por cómo se expresa, por su liderazgo, su toma de decisiones y por sus modales; Aquel chico lo tenía todo, era perfecto para seguir el camino de todas las mafia que pisaron una vez esta tierra.

— Esto es perfecto —Dijo con risa —Bueno. Caballeros por favor concentrémonos en este tema —Aclaro su voz y dijo seriamente —Tal vez no sea un gran problema por ahora, pero no hay que descuidarnos —. Colocó sus dos manos sobre la mesa mirando a cada hombre fijamente a los ojos —Una pequeña banda de mierda, se mete en nuestras zonas a vender droga aún desconocida

— ¿Tenemos idea de quiénes son? Porque por culpa de esos bastardos muchos de nosotros comenzamos a notar bajones en las ventas —Dijo alguien cerca al fondo de la mesa

— Por ahora, aun no tenemos ninguna idea. ¡Pues! Dejan rastros de donde estuvieron muy obvios como simples ratas de alcantarilla, pero no dejan ninguna huella como auténticos mafiosos de gran escala —Movía sus hojas dejando ver todas las fotos que lograron obtener por espías que los intentaban seguir

— ¿Cómo pensamos ocuparnos de un problema si no tenemos ni idea de cómo surgió? —Habló otra persona con un tono molesto

Comenzaron a reclamar con la falta de seriedad, las quejas se escuchaban por doquier y las amenazas no faltaban en ninguna esquina del lugar. Todos molestos, pues realmente los cogían de las bolas con actos que fácilmente se pueden confundir con una persona experimentada al no dejar ninguna marca o rastro, o por otro lado, como uno chiquillo molesto que solamente quiera jugar con fuego y en cualquier momento se quemaría.

La reunión llevaba minutos y luego horas, el tema siempre era el mismo y las personas ya se comenzaban a cansar, esto sí y esto no, pero todos siempre llegaba a la misma pregunta ¿Quién es esta persona? Y ¿Por qué nos conoce tan bien? Algunas cámaras que controlaban el lugar habia logrado tomar pequeños videos donde esta persona salía con una máscara dorada que cubría por completo su rostro, era tonto porque era el chico quien se paraba frente a ella y destapaba una pequeña parte de su perfilada cara para guiñar un ojo y luego desaparecer en las sombras.

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— Que pérdida de tiempo —Dijo Toni con sus manos en los bolsillos y bostezando por el sueño que lo invadía