El italiano vislumbraba a través de sus ojos vidriosos y empañados las luces rojas del coche que desaparecían en medio de toda la neblina, sentía como sus piernas temblaban levemente y comenzaban estúpidamente a perder la fuerza, ignoraba por completo el dolor en las palmas de sus manos por sus uñas cortas enterrándose con fuerza en ellas. Saco un cigarro para colocarlo en sus labios y asi poder prenderlo con un briket que siempre cargaba en su bolsillo, exhalaba el humo dejando salir una pequeña lágrima que resbalaba desde su cien hasta su mentón y caía al suelo, limpio el rastro con rapidez y giró su cabeza en busca de su propio auto.
Su cabeza hizo clic en el momento que recordó que no habia llegado al lugar con su propio coche, sino que habia llegado de colado en el coche de su hermano "Puta vida" pensó mientras pasaba su mano por su frente con algo de molestia. Al no tener llaves uso métodos ilícitos y usando maniobras logró encender el auto con un juego perfecto de cables, rapido salió del lugar con la falsa esperanza de que la alerta de robo no llamara a la policía, se parqueo en un estacionamiento público y apago el coche en la espera de asegurarse de que no se escucharan las sirenas a lo lejos; En ese tiempo se vio en el retrovisor detallando con minucia sus ojos rojos y con terribles bolsas bajo sus orbes verdes, se tallo los ojos sin lograr nada asi que se colocó unos lentes oscuros que habían en la guantera del coche donde siempre están de repuesto y cubrió sus manos con guantes de cuero con los que siempre carga.
Arreglo los espejos a su gusto y encendiendo el motor echando reversa, llamó a sus más fieles trabajadores con el fin de reunirlos en una pequeña bodega para asi reponer sus provisiones de droga y enviarlos a trabajar en callejones, discotecas y la propia calle. La oscuridad caía y los protegía de los policías dándoles más libertad para vender con facilidad y algo más de seguridad de no ser atrapados tan fácilmente. Su corazón no dejaba de latir de dolor, sentía que habia perdido de la manera más lamentable posible, asi que solo tomo una moto del garaje e intento dejar a un lado tan lastimero dolor.
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Estaban enamorados, simple y sencillamente no habia forma de negarlo, los dos en esa gran mansión con un poco de ropa tirada en el suelo, un lugar oscuro donde habia solo una luz que no alcanzaba a brillar en la mitad del salón y esa era la del televisor, con las voces de las personas que no se podían distinguir con facilidad gracias a la lluvia que habia en el programa.
Arrunchados entre una calentita manta que impedía que el calor humano se esparciera, los ojos rojos de Toni debido al cansancio y los ojos casi que entrecerrados del asiático por lo tediosa que es la película.
— Ya me aburrí —Dijo el asiático en medio de un bostezo
— Si... Yo también ya estoy cansado —Se tapó por completo con la manta hasta el cuello y se acurruco en sí mismo
— Vamos a dormir mi amor —Se destapó sintiendo el frío recorrer sus huesos, se levantó y levantó al rubio con manta en sus brazos
— ¿Qué haces! —Hablo nervioso causando una risa pequeña haciendo que se aferrara al hombre con fuerza
— ¿Qué crees? Te llevo a la camita —Le sonreía con ternura por su asustada expresión
— Pero ¿Por qué asi? —Enterró su cabeza en el cuello del hombre
— Para que no pises el suelo frío —Terminaba de subir las escaleras y con algo de dificultad abrir la puerta
Le dejo en la cama donde sus pies tocaran el suave tapete y busco la pijama del chico con la que solía dormir, lo dejo en ropa interior y lo comenzó a vestir arreglándolo a la perfección, a pesar de que ya se iban a dormir, fue al baño un momento y regresó con un vaso trasparenté lleno de agua fresca y un cepillo eléctrico con pasta dental en la cabeza.
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MI MANO DERECHA - CARLONI
FanfictionCarlo el próximo gran líder de una mafia italiana vivía bajo el amor de sus padres, feliz por el gran cariño viviendo un mundo de ensueños nunca noto como era la cruel y triste realidad en la que realmente pasaba sus días de niñez. En un descuido d...