💥𝐒𝐢𝐫𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐚𝐃𝐞𝐁𝐚𝐤𝐮💥

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Acomodaste tu uniforme de maid y suspiraste mientras que te veías en el espejo... odiabas tener que trabajar en esa casa, habías llegado ahí por necesidad de dinero pero ya no tenias de otra, una mujer muy poderosa con un amable esposo y un hijo... oh ese hijo

Tú trabajo no era desgastante, lo verdaderamente pensado era el hijo de aquella mujer. Bakugō Katsuki era bastante bien portada contigo, no era muy agradable pero no era irrespetuoso, entrabas a su cuarto para limpiarlo y salías de ahí apoyándote de la escoba como bastón y tenías las piernas temblando pero así es, tú y ese chico mantenían una relación amo, esclava, él te hacía tirarte sobre su alfombra y dar vueltas como un torpe perro enamorado, metía sus brazos por debajo de tus piernas y te hacía verte en el espejo mientras que eras amada por el, siempre te tenía a su Merced pero aquel día decidiste que algo iba a ser diferente, tú serías quien lo dominaría a él

Llegaste a su habitación por la mañana y dejaste su taza de té sobre su mesa de noche para que se levantase e iniciase bien el día, saliste y tomaste la escoba que estaba fuera de su puerta, sus padres ahora mismo estaban dormidos y tú aprovechabas para verle, dejaste las cosas recostadas en una pared y te sentaste justo a lado suyo, le viste y acariciaste su cabello cosa que fue despertándole de una manera suave

— Ah... ¿Que quieres?
— Son las 5am, necesito que te levantes

Susurraste para no molestarle y él se estiró antes de abrazarte y volverse a recostar pero contigo entre tus brazos

— ¿Q-Que haces?
— Disfrutando a mi sirvienta

Reíste en voz baja y te acomodaste esperando a que Bakugō pudiese hundir su rostro en tu pecho

— ¿Porque me has levantado más temprano?

Sonreíste y tomaste sus mejillas

— ¿Porque crees que sea?

El puso su rostro perverso a la par que sonreía, se levantó de golpe y tu caíste hacia atrás, el ahora se acomodaba entre tus piernas, su rostro estaba levemente sonrojado y ni hablar de ti, reíste de una manera delicada antes de tomar el dobladillo de tu falda y levantarlo dejando ver la corta lencería que usabas debajo

— ¿Recuerdas ese regalo? Ya era hora que me vieses usarlo

Dijiste con un tono falso de inocencia y sin más el comenzó a besarte, te sujeto por las caderas con rudeza y te levanto un poco hacia arriba para que pudieses rozar con su aún no erecto miembro el cual no tardaría nada en levantarse, ladeaste tu rostro y succionaste sus labios de manera gustosa saboreando cada centímetro de su boca

El por su lado había ya invitado a desnudarte, sus manos se colaban por debajo de tus prendas iniciando por tu pecho, el uniforme tenía un precioso pero pequeño moño ahí que si era desatado permitía quitar toda la parte de arriba. El no la quito, la arranco rompiendo el uniforme y una vez tuvo tus pechos a la vista más aún por debajo de una corta lencería negra sonrió, acercó el su rostro y degusto de tus pechos dulcemente, adoraba hundir su cara en ellos y disfrutarlos como si fuesen lo último que tenía

Cansado de la delicadeza porque si, para él eso era delicado, te dejo tirada en el colchón, tomó tus piernas con fuerza y las levantó dejando ver tu ya húmeda entrada, todavía tenías lencería puesta pero tus labios no eran difíciles de encontrar, metió su rostro n medio de tus muslos y comenzó a morder tus muslos internos, se acercó otro poco para besarlos y finalmente llegó a tu entrada succionando con fuerza y deseo, tocando aquel punto nervioso con su lengua y haciéndote disfrutar como si fueses a morirte. Mientras que él disfrutaba de tu zona baja tu mordías el dorso de tu mano, habías puesto seguro a la puerta pero si no eras cuidadosa podrías oírte

𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨̄ 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora