💥¡𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐜𝐮𝐦𝐩𝐥𝐞𝐚ñ𝐨𝐬!💥

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Suspiraste con estrés al notar que no todo lo que habías pedido estaba en la sala común. Seguía faltando un pollo picante, globos y velas, te rascaste la nuca ansiosa mientras sentías una de las manos de Kirishima recostarse sobre tu hombro.

— Debes calmarte, ¿si? Bakugō te adora, cualquier cosa que hagas por el la verá bien.

Dejaste caer tu cabeza hacia atrás y soltaste un pequeño bufido de desesperación, terminaste con una mejilla recostada en el hombro de Kirishima, frunciste el ceño mientras tratabas de verle el lado bueno a las cosas.

— Bueno, mínimo ya estoy...

Jadeaste asustada.

— ¡Todavía no estoy lista!

Empujaste a Kirishima lejos y huiste a tu habitación rebuscando entre tus cosas algo decente para usar, ¡diosito, ayúdame! Lloriqueaste al escuchar la puerta abrirse, Mina, Uraraka y Momo aparecieron por la puerta, sostenían un hermoso vestido sensual de color rojo vino, tus ojos brillaron al presenciarlo.

— ¡Hemos llegado a salvarte!

Comenzaste a arreglarte, en poco tiempo ya habías quedado hermosa. The miraste al espejo mientras te mordías el labio suavemente, sonreíste, te sentías bien.

Bajaste a la sala común y finalmente todo ya estaba listo, Izuku y Torodoki ayudaron con lo que faltaba, ahora si podías estar tranquila. Mientras todo el salón 1A conversaba en la sala común, a lo lejos pudiste oír un quejido suave, volteaste hacia la entrada y viste a Bakugō con una venda en los ojos, era guiado por Kaminari hacia la entrada (algo que claramente resultó mal, Baku se había estrellado con el umbral de la puerta) se arrancó la venda de los ojos molesto y rápidamente fuiste corriendo hasta el, te abalanzaste encima suyo mientras le abrazabas con fuerza.

— ¡Feliz cumpleaños!

Ocultaste tu cara en su cuello mientras el correspondía el abrazo con fuerza, eras a la única persona a la cual aceptaba sus abrazos sin rechistar. Te bajó de encima con un tenue sonrojo en sus mejillas, miró hacia abajo topándose con tu hermoso vestido, el soltó un pequeño "tsk"

— Mierda, quítate porque se me va a-

Le tapaste la boca con una sonrisa nerviosa, te alejaste un poco mientras tomabas su mano.

— ¡Si, sí! Mejor veamos el pastel...

Hablaste completamente sonrojada mientras todos se acercaban a él con pequeños regalos, pero, inesperadamente apareció Sero colocando un pequeño moño de color rojo brillante sobre tus cabellos, levantaste una ceja curiosa.

— Serás su regalo de cumpleaños por mi parte, olvidé comprarle algo.

Denki se acercó y dejó un moño en tus clavículas descubiertas por el vestido, frunciste el ceño ahora viendo al rubio.

— Parece que comparten una neurona.

Los tres comenzaron a reír. La fiesta fue pequeña, pero linda, degustaron de comida picante y para finalizar un delicioso pastel, Bakugō estaba feliz, se sentía querido entre todos sus amigos, se sentía bien.

Aquella noche ya todos se habían ido, quedaban tú y el juntos sobre el sillón, tú con tu cabeza recostada en su pecho (qué chichotas) y el sostenía tu cuerpo por tu cintura, veían la televisión un rato mientras conversaban en susurros, ya era tarde.

— Baku, ¿si viste los moños?

Mencionaste pues aún tenías ambos, hacían juego con tu vestido. El tenía una cara seria como de costumbre, pero te sostuvo de las caderas y terminaste sentada en su regazo, quedaron ambos cara a cara.

— No me quejo, eres un buen regalo.

Habló mientras acariciaba tu cuerpo, lentamente bajó hasta tu trasero apretándolo con ganas algo que te hizo soltar un chillido, frunciste el ceño mientras le mirabas mal.

— ¡Aquí no!
— Tsk, ¡yo hago lo que quiero! Y es más, recuerda que eres mi regalo, tengo control sobre ti.

Reíste mientras acariciabas sus cabellos, le acercaste a tu permitiéndole hundir su rostro en tus pechos, el cerró los ojos gozando.

— Mh, bien, ¡eso quería escuchar!

Se levantó para comenzar a caminar a su cuarto, aún te sostenía en brazos cosa que te hizo sentir nerviosa.

— ¿A donde vamos?
— A mi cuarto, voy a darle un buen uso a mi regalo.

Te sonrojaste por completo, comenzaste a jalarle los cabellos.

— ¡B-Bájame!
— ¡Nunca!

Comenzaron a desgreñarse entre sí.
Igual terminaron cogiendo, eso es lo que todas esperábamos. Gracias por leer hasta aquí, seguiré editando este libro, seguramente lo continuaré.

𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨̄ 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora