𝐂𝐎𝐍𝐅𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍

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El sol comenzaba a salir, era Domingo por la mañana y en cuánto la puerta de aquella pequeña pero acogedora cabaña fue tocada, un rubio somnoliento en pijama apareció ante los ojos de SeokJin, que simplemente soltó una pequeña risa por lo tierno que se veía Taehyunie, el mismo que no pudo evitar tener aquella reacción de sorpresa y inmediatamente se inclinó en señal de respeto.

'Majestad, buenos días, lamentó mi apariencia pero recién acabó de despertar, mi madre salió al mercadito del centro para recoger algunas frutillas que va a ocupar para la cena de hoy, esperó que no tarde mucho'— las respuestas fueron tan rápidas que el pelinegro apenas y pudo entenderlas y procesarlas—'¿la cena de hoy?, tú Madre no entiende que ustedes dos son mis invitados de honor y que no estoy contratando sus grandiosos servicios de repostería, así que anda, ve a darte un baño en lo que yo te preparó el desayuno, preparó tú vestido y el tocado que vas a llevar hoy'— el Rey soltó aquello mientras ingresaba al interior y dejaba aquella caja de cristal en la pequeña mesa de madera.

El castaño inmediato asintió y se dirigió a la ducha para no hacer esperar más a su Majestad, a ese hombre amable y amoroso que desde que tiene memoria lo había tratado cómo un hijo más, le había brindado amor y sobre todo lo consentía de sobre manera, ambos siendo ajenos de la oscura verdad que 2 seres mantenían en secreto.

'Padre, estaba esperando tú llegada, no había podido hablar contigo por que en estos días no te has sentado en la mesa con nosotros' — el pelinegro soltó una leve inclinación cómo muestra de respeto a su padre, aquel hombre recto y frío

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'Padre, estaba esperando tú llegada, no había podido hablar contigo por que en estos días no te has sentado en la mesa con nosotros' — el pelinegro soltó una leve inclinación cómo muestra de respeto a su padre, aquel hombre recto y frío. —'¿necesitas algo?'— ambos se dirigieron a la habitación principal— 'si es así, se directo, tengo que ducharme y alistarme para el banquete de hoy'— el mayor, sin perder la elegancia que lo caracterizaba, se dejó caer en el fino sofa de la habitación que compartía con su esposo.—'¿dónde está Jin?, maldita sea, siempre hace lo que el quiere'.

Jungkook se colocó detrás de la mesa que lo separaba de la cercanía de su padre, era frustrante lo que su corazón le hacía sentir, el corazón de un niño de 5 años que anhelaba jugar, recibir besos y abrazos de su padre, el corazón roto en pedazos de una criatura que fue estrictamente educado bajo un protocolo duró y sobre todo cruel, uno en el cuál le enseñaron que lo más importante son las responsabilidades, los sentimientos te hacen débil y no tienes derecho a llorar, enojarte o sufrir, al menos que lo hagas a solas. Se le fue privado de asistir al jardín de niños, las clases las tomaba el sólo en el palacio con los maestros particulares que Namjoon le impuso, su socialización con los niños fue escaza, y ni hablar de la falta de afectó por parte de uno de sus padres.

Afortunadamente llegó aquel ser que le ayudó hacer a un lado esas cosas de su vida, comenzó a sentir lo que es querer inmensamente a alguién y con ello le gustaba engañarse a él mismo y a un Jungkook pequeño.—'mi padre salió al lugar donde va a ser el evento, ya sabes, a terminar con los últimos detalles, quisiera hablar con los 2, pero aprovechando que estamos teniendo un tiempo a solas...seré directo'.

'𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍' 𝘬𝘰𝘰𝘬𝘷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora