-¡Hola Juanito! ¿Dónde habías estado todo este tiempo?- preguntó Biyin, quién era la mejor amiga de aquel hechicero, mientras lo abrazaba, pues este había desaparecido por una semana aproximadamente, lo cual era bastante normal, ya que al ser el mago protector de las realidades, se encargaba de vigilar y eso sí que llevaba mucho tiempo.
-Pues lo de siempre Biyis, realidad por aquí realidad por allá, está vez creo que fue la más peligrosa...
Y así el mago comenzó a contarle su historia a su mejor amiga, ya que eso era lo que siempre hacía cuando este volvía de algún viaje, empezó a contarle desde como terminó en el mundo de los mountros, el como sucedió que un bicho gigante lo persiguiera y el como este había logrado cruzar el portal.
-Pero ¿lograste acabar con el mob, verdad?- inquirió con algo de miedo la rubia, sinceramente no le apetecía ir caminado por ahí y encontrarse al mob gigante.
Juan le explicó lo que había pasado en el "Pollo Feliz" claramente omitiendo en donde el chico del restaurante le pareció sumamente atractivo.
-Uff- Suspiro aliviada la chica -Que bueno que justo hayas encontrado a alguien para salvarte y salvarnos- Exclamó la chica para luego despedirse pues ella tenía varias cosas que hacer.
Después de la charla Juanito decidió ir de regreso a su santuario, tenía que revisar varias cosas, anotar todo lo que sucedió en el viaje y por supuesto, darle de comer a su mascota, la cual era un puerquito.
-¡Juaaan, esperaaaa!- escucho que alguien le grito y al ver quien era se detuvo.
-Auron, amigo ¿Qué tal estas?
-Cada día peor que el anterior, pero eso no importa, sabes que el chisme es la fuente necesaria de la vida ¿verdad? - Juan asintió levemente - Bueno pues no pude evitar escuchar tu platica con Biyin y nada más quería ver si podías contar lo que pasó en el restaurante de nuevo-
Vaya que la petición de Auron era extraña, pero al fin de al cabo Auron era de confianza así que no dudo en relatar de nuevo lo que había pasado.
-¡Ostia! ¿Pero seguro que era Spreen el que te salvo?
-Si él era ¿Cuántas veces debo decirlo? ¿Además, hay algo malo con que me salvará Spreen?- inquirió ya algo hastiado.
-¿¡Qué si hay algo malo!?- exclamo mientras tomaba a su amigo de los hombros -Lo único malo de tu historia es la parte donde dices que Spreen te acepta tranquilamente en el restaurante, la palabra "tranquilamente" y Spreen no pueden ir en una misma oración ¿Entiendes? -Juan nuevamente asintió- Se de muy buena fuente que ese chico es el mismísimo demonio encarnado y que no importa quien seas, si le haces estorbo te va a quitar de su camino, además - dijo para comenzar a acercarse al oído del mago- Dicen que en su anterior pueblo mando a matar a alguien solo porque ese alguien le había ocasionado unos pequeños disturbios-
Juan no iba a mentir, eso último si le había causado escalofríos ¿Cómo el amable y muy atractivo chico iba a ser capaz de hacer eso?
-Así que ya te digo yo que con ese tal Spreen, cuidao- concluyó Auron para marcharse.
Después de la pequeña interrupción por parte de Auron, el mago decidió seguir su camino hacia el santuario, sin embargo todo lo que le había dicho Auron definitivamente lo iba a dejar pensando por días.
[...]
Isla Verde, ese lugar donde todos los habitantes era amigos, donde la convivencia se hacía por medio de la armonía y paz, donde era soleado y los arcoiris abundaban, lugar en el cual todos se ayudaban entre todos y nadie se creía superior.
Isla naranja, un lugar donde el sol estaba presente dos horas, el resto era lluvia y oscuridad, lugar en donde sí no te dabas a respetar desde un inicio, pasarías a ser el hazme reír de toda la isla, lugar que estaba compuesto por una jerarquía.
¿Y quien era el que estaba en la cima de esa jerarquía? Nada más y menos que Spreen, un famoso millonario, sin ningún tipo de sentimiento y con mucho dinero en su bolsillo, su porte era intimidante y cualquiera que le hiciera frente no vivió lo suficiente como para dar detalles de lo que sucedía, era el ser más respetado de toda la isla, se rumoreaba que en uno de sus anteriores pueblos era un famoso luchador y que lograba matar a cualquier mountro que se cruzará en su camino, nadie se atrevía a hablarle, a menos que fuera algo importante, pero la frialdad en su voz hacía que todo el mundo le tuviera cierto miedo, y eso era algo que le encantaba.
Aún no sabía si había sido la adrenalina del momento o quizá el mob expulsaba algún tipo de sustancia, pues nunca había sentido la necesidad de proteger a nadie más que a su gato y así mismo, desde que vio entrar al chico de gafas a su restaurante sintió la necesidad de protegerlo, era por eso que salió decidido a matar al mob, pero ¿Desde cuando él se encargaba de los problemas de alguien más? O más bien ¿Desde cuando se había preocupado por que a alguien no le hicieran daño? Se encontraba confundido, se supone que él es el que se encarga de intimidar a la gente, no de protegerla y encima dejar que un desconocido se quedará en su restaurante, definitivamente el mob emanaba una sustancia rara.
Se encontraba sentado en su oficina mientras su gato estaba en su regazo y este le proporcionaba pequeñas caricias en el lomo, se cuestionaba a sí mismo la razón de ese sentimiento de protección hacia el mago, nunca le había pasado, o bueno no desde esa vez.
La última vez que había tenido algún tipo de sentimientos cálidos, él lo había dado todo por esa persona y como resultado había obtenido una traición, desde entonces decidió no volver a sentir nada por absolutamente nadie y solo centrarse en el trabajo y gracias a eso había logrado tener a toda una isla a sus pies ¿Por qué ahora ese mago venía a confundir todo?
-Notsophixsk
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ɪɴsᴛɪɴᴛᴏ ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛᴏʀ | Spruan
Short Story• ¿Por qué tengo la jodida necesidad de protegerte? ⇝Se shippean cubitos no streamers. #1 en "tortillaland" 01/12/22 #1 en "cubitos" 08/12/22 | 17/01/23