ɪɴsᴛɪɴᴛᴏ ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛᴏʀ | Spruan

E

-Bueno Spreen, es hora de que me vaya marchando de aquí, gracias por el pollo y por no matarme- Agradeció Juan mientras se levantaba de la mesa en donde estaban comiendo y se dirigía a la puerta.

-No es nada boludo, pero ¿seguro que te querés ir? Bueno o sea no es que quiero que te quedes, o sea no es que me caigas mal y no quiero que estés acá, si no en el sentido que ya es de muy noche, te puede pasar algo, algún mob y cosas así ¿Me entendés?- dijo el dueño del restaurante, se había puesto nervioso, pues lo principal que había dicho podía llegar a malinterpretarse y él solamente no quería que le pasara algo al hechicero.

-Siento que no estaría mal quedarme, pero tengo cosas que hacer mañana y necesito estar en mi santuario, aun así gracias por el ofrecimiento- Dijo mientras salía por la puerta del restaurante.

Iba bajando la colina para ir hacia los portales cuando escucho que Spreen le estaba gritando que se detuviera, "Quizá olvide algo" fue lo primero que pensó Juan, así que se detuvo a esperar que el chico de la isla naranja lo alcanzará.

-¿Te acompañó a tu casa?- Preguntó el híbrido, por ninguna manera iba a dejar que le pasará algo a Juan, después de todo eso hacen los amigos ¿no?... Un momento, ¿desde cuando él tenía amigos?

-Si claro, no veo por qué no, vamos- respondió el hechicero interrumpiendo todos sus pensamientos.

[...]

-¡Boludo, dejame decirte que vivís en la loma del orto!- exclamó Spreen al escuchar la respuesta del mago respecto a su pregunta de si ya estaban cerca de llegar.

-¡Oye cara de verga! Que haya escogido la paz y tranquilidad no significa que viva en la loma de orto- respondió Juan al insulto del otro -Además ya vamos a llegar, deja de quejarte- dijo el mago para caminar un poquito más para llegar a las escaleras.

-¿¡Y todavía hay que subir un montón de gradas!? No lo puedo creer- exclamó sin muchos ánimos, pero su ánimo regresó al recordar que había venido a proteger a Juan.

-Bueno quejista de mamada, si te parece te puedes quedar a dormir, así no tienes que hacer el recorrido dos veces en el mismo día- Ofreció el mago, de alguna manera tenía que agradecerle a Spreen, otra vez, que a lo largo del camino, lo haya protegido de los mounstruos de la noche.

-Dale.

Luego de subir una considerable cantidad de gradas llegaron a la entrada del santuario.

-Bonita granja- Dijo el visitante para molestar a Juan, de alguna manera tenía que vengarse por hacerlo caminar tanto.

-No es una granja, es un Santuario, S A N T U A R I O, Santuario- Deletreo el hechicero, le había costado construirlo como para que vinieran a decir que era una granja.

-Si, si, si, ya entendí gafotas.

-¿Gafotas?

-Yyy no usas lentes pues.

-O sea si pero no es para que me digas así, no se podrías decirme Hechicero Supremo.

-Sigo pensando que es demasiado texto, gafotas.

-Como sea, pasa adelante - dijo mientras habría la puerta de su habitación y con sus manos le mostraba el camino al híbrido.

-Pero ¿esta es tu habitación?