Heroicas Tentaciones

Capítulo 7

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A ver cargado a KO hasta casa había sido más complejo que lo que pensó, en su actual estado era obvio que debía ser más cuidadoso, pero era necesario que su presencia pase desapercibida, al menos por ahora.

Una vez que coloco a KO en su respectiva cama, el permanecía en su estado de inconciencia, cerró con seguro la habitación, encendió la lámpara de lectura que tenía en un escritorio, de pie frente a la cama, no pudo evitar contemplar a su inocente enemigo, rendido e indefenso, tentador, pero, mientras no tuviera la capacidad para resolver su problema no podía arriesgarse a dañarlo de ninguna manera, de alguna forma era reconfortante que no fuera el único afectado, era claro que lo que le pasara también estaba afectando a KO, el bien podría ser la clave para darle fin.

Su mejido en su pensar, no pudo evitar sentir curiosidad, se inclinó sobre él, con las manos a los costados de su cabeza, acercó su rostro al suyo, la iluminación era escasa, sus respiraciones chocaban una con otra, miró con una expresión ligeramente frustrada cada facción del rostro ajeno y lo apacible que era durmiendo, ignorante de su entorno, y, aun así, se le veía triste.

De cierta forma, era extraño que pese a parecerse tanto, fueran extremos muy diferentes en realidad, de forma lenta se incorporó, retrocedió hasta chocar con la pared, se deslizó en esta hasta terminar sentado el suelo, estaba dispuesto a quedarse, de cualquier forma, estaba cansado y dormir no estaría de más.

Ajeno a los acontecimientos, KO quién permanecía perdido en la profundidad inconciencia, su mente vagaba por aquellos recuerdos de infancia que la angustia le habían hecho olvidar.

Aquellas veces que convivieron juntos, pese al carácter de su contraparte, bien sabía que pocas cosas le interesaban, por lo que era complicado tratar un tema en común, a excepción menudo era el hecho de pelear con alguien y mantener un completo control sobre su cuerpo físico, pero no quería que eso fuera el único motivo para verse, después de todo lo único que quería era ayudarlo y confiar.

— hola! TKO estas en casa. ¡Por mi madre! ¿Qué paso aquí? — Exclamó al ver el caos total que había en toda la habitación — destrozaste el lugar TKO...— Lo miró, pero este ni se inmutó ante su comentario, parecía que poco le interesaba el estado de la habitación en general, después de todo, era el responsable de su estado actual.

—mmm... —

— oye te encuentras bien?... O, se rompió tu saco de boxeo, descuida lo arreglaré — Era normal que está actitud fuera negativa, pero en esta ocasión percibía Qué se sentía triste
— listo! Quieres hablar?... mmm, mira, tengo tu favorito, espagueti de mamá — Dijo mostrándole un tazón en un intento de llamar su atención, sabía que no se negaría a esto y tenía razón, TKO se levantó tramando el tazón.

— por qué no salimos — Una vez fuera, sentados en los columpios del patio.

Esto era incomodo, ambos sentados en silencio, KO no sabía qué hacer con exactitud, TKO sólo comía con la mirada perdida y no parecía muy ingresado en entablar una conversación con él. Comenzaba a preocupar lo callado que estaba, pero no podía forzarlo a hablar, lo mejor sería esperar a que este de mejor humor.

— emm, creo que no estas de humor para hablar, así que, volveré después, ok? — Me levanté dispuesto a irme, pero solo pude dar uno cuantos pasos antes de detenerme.

— estoy harto! —

— cómo dices? —

— estoy harto!!, KO, harto de esta casa, harto de vivir aquí, en tu mente, encerrado, sin poder hacer nada de lo que yo quiero —Exclamó con el ceño fruncido y un tono frustrado.

— bueno es que...yo no puedo hacer nada al respecto...—

— podrías, si quisieras, pero lo único que quieres es mantenerme aquí controlado, como una mascota... —

— eso no es cierto, yo quiero ayudarte... —

— Sí eso fuera si me darías el control —

— Tú sabes perfectamente que eso no va a pasar... —

La discusión subió de tono y una cosa llevo a lo otro, pelearon, pero al final no llegaron a nada. Pero tal vez TKO tenía razón, hacía lo que podía por mantenerlo controlado, de alguna forma darle esa casa era como construir una jaula de oro, si de verdad me hubiera importado ayudarlo, habría encontrado la forma de darle su propia vida y no tratar de fabricarle una dentro de mí mente, incluso si no confiaba en él, no se merecía esto.

Poco a poco KO, comenzó a despertar, aún que una enorme sensación de pesadez lo inundara, sentía la necesidad de despertar, consiguió abrir un poco los ojos, estaba recostado, era cómodo, cuando miró a su alrededor, una silueta se situaba al costado de la cama mirándolo con atención, KO no entendía muy bien lo que pasaba, su mente lo profesaba de forma lenta, el estaba seguro de seguir soñando, porque pese a no distinguir bien a la persona a su lado, está bien seguro de quien se trataba, tanto que la inercia lo llevó a levantar una mano y tocarlo.

— no me toques idiota! — Exclamó repeliendo en contacto de un manazo.

— ay!— Reaccionó ante en brusco contacto, se incorporado en la cama, se frotó la mano para aminorar en dolor de esta, miró cada rincón de la habitación y en efecto era la suya en el mismo estado en la que la había dejado.

Cuando terminó de inspeccionar su alrededor se detuvo para observar ofuscado al individuo a su izquierda, que lo miraba inconforme de brazos cruzados sin decir nada, al darse cuenta de que se miraban fijamente KO empezó a sentir un sudor frío por el rostro.

— creo que sigo dormido, p-porque tú, n-no puedes... —

— si —

En ese exacto momento KO deseo con cada fibra de su ser, que por primera vez que esta fuera una pesadilla, porque sólo había una cosa peor que una pesadilla y eso era la realidad.

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Hola mis creaturitas de la oscuridad cordiales saludos de mi para ustedes y feliz año nuevo.