Lee Minho, uno de los asesinos más buscados de toda Seúl planea una gran masacre con sus amigos en un lugar muy común; Un pequeño centro comercial donde se encuentraba uno de sus grandes enemigos, pero a la par, al amor de su vida.
Historia Minsung...
– Y ahora te necesito para cobrarle la deuda a tu padre, por eso necesito que me ayudes. – Terminó Minho, después de explicarle todo lo que le había hecho su padre.
– Min, entiendo que lo odies, pero no te voy a ayudar a matar a mi padre. – Habló Jisung acostado en la cama de lo que sería su habitación; puede que esté secuestrado para tampoco mal tratado.
– No voy a matarlo, quiero que estés a salvo. – Dijo Minho, apoyando su mano en la mejilla contraria.
Jisung se sentía un completo idiota por creer cada una de sus palabras. Se estaba metiendo con su padre y el iba a caer tan fácil con una pequeña mirada del contrario.
– Lee, ¿por qué quieres protegerme? – Preguntó de lo más de serio Han, aun así tuviera ganas de llorar por dentro.
Y bueno, Minho también terminar con toda la mierda que había empezado y seguir su plan de vida que tenía desde pequeño.
– Por qué eres importante para mi, Hannie. No quiero que te pase nada nunca, no quiero hacerte daño.
Aunque el daño ya lo había hecho.
– ¿Me piensas volver a dejar solo? Porque eso mismo dijiste antes, no querías que nada me pasara y mirate, me abandonaste y apareces intentando matar a mi padre. ¿No es suficiente? – las lágrimas ya caían por los ojos de Jisung, haciendo que Minho se sintiera peor.
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– Mi niño, ¿que pasa? – Habló Nayeon viendo a Jisung llegar de la escuela solo y llorando. – ¿Donde está Minho? ¿Por qué no está contigo?
Su madre estaba llena de preguntas y dolor con solo ver a su hijo llorar. Se dedicó a acompañarlo mientras comía helado y veían películas hasta que el quisiera contarle, o hasta que sus lágrimas dejaran de caer.
– Mamá, ¿alguna vez te haz enamorado de alguien que creías tu alma gemela? – Preguntó Jisung mientras seguía llorando.
– hay veces que sientes que aquella persona es la perfecta pero no significa que no te falle... Solo dale tiempo, encontraras a alguien perfecto para ti. – Tomó una pequeña pausa para mirar a su hijo un poco mas dolido. – ¿Te gusta Minho, verdad mi vida?
– Si y creí que yo igual le gustaba, que estabamos hechos el uno para el otro y de la nada dejó de salir conmigo, se olvidó de mi existencia y lo único que hace es huir cuando lo encuentro. Yo ya no le importo... – Explicó Jisung, volviendo a llorar.
– Tu y Minho realmente son como almas gemelas, espera un poco y verás que todo se soluciona lindo, el debe tener sus razones.
– De seguro su razón es que soy muy feo, o que le gusta una chica o que no soy suficiente para el. – Su madre lo calló de inmediato, recordandole lo bueno que era y que se merecía el mundo completo.
Jisung se merecía todo, y eso era algo que Minho sabía.
Y es que en la casa de Minho no era del todo diferente, el rubio se encontraba llorando desde el descanso por casi la misma razón.
¿Y si no soy suficiente para el? ¿Y si no le gusto? ¿Y si me ve como un mounstruo?
