El Juicio

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Hoseok caminaba por los pasillos de aquel motel de mala muerte, había dejado a sus hijos con los Jeon pues debía ayudar a su estúpido esclavo que había caído en la trampa de sus captores. Llegó al apartamento que le habían dicho y de una patada abrió la puerta, encontró a su esclavo atado a la cama y llorando, vio que alguien estaba en el baño y la música era asquerosamente estúpida. 

Hoseok se acercó al reproductor pese a que Hae-Jin se agitaba buscando liberarse, quitó la canción y puso otra lista donde estaban sus idol favoritos, cuando empezó a sonar More, su cuerpo empezó a moverse al ritmo de la música. —   Esto si es música de verdad... ¡Mira nada más! 

Hae-Jin estaba amordazado y lloraba, había encontrado a las personas que habían empañado su nombre, pero al entrar a la habitación lo habían golpeado e inyectado un somnífero que lo había dejado inconsciente. Cuando despertó sus ex amigos estaban follando a unas chicas y una de ellas lo masturbaba.  

Hoseok le quitó la mordaza con mucho asco, luego sacó de su pequeño bolso una botella con alcohol y roció sus manos. —  ¡Gracias amo! ¡Pero ellos están aquí! 

— Lo sé. ¡Cierra tu maldito pico, inepto bueno para nada!

—¿Quién eres tú? —  dijo uno de los hombres. Hoseok se giró y vio  a los dos hombres que salían del baño, le dio asco al pensar que los estuviesen follando dentro. Luego notó como ellos habían dejado a su esclavo, seguro que lo habían violado y ahora se regodeaban en su   gran resultado.

—  ¿Quién es este puto, Jae?

—  Lo que más odio en el mundo es que toquen lo que es mío y ustedes tocaron a mi esclavo. ¿Qué te hicieron, putito Hae?

—  Me masturbaron y ese idiota me pisoteo la cara, además sus putas me rasguñaron y me marcaron con sus tacones de aguja. —  Hoseok observó la ropa tirada por todos lados, vio uno de los zapatos de tacón de aguja y negó con la cabeza. Dejó salir un suspiro y observó a los dos hombres. 

— Jae y Seon, siempre me parecieron unos malditos, pero al parecer me olvidaron.

Los dos hombres lo observaron y cuando vieron aquella sonrisa, tragaron en seco. Sin embargo el shock no los dejó reaccionar a tiempo y una de las sillas se estrelló contra sus cuerpos haciéndolos caer bruscamente contra la mesa de centro. Esta se rompió pues era de vidrio y Hoseok los golpeó saltando sobre ellos y dando justo en sus bolas. 

—  ¡Agghh! ¡Perdón... Hoseok!

—  ¡Hijos de puta! ¿Qué les dije en la universidad? ¡Nadie toca a mis juguetes!—  Tomó el tacón de punta de aguja y lo enterró en las manos de ambos, los dos hombres gritaban de dolor, pero More, no dejaba que los demás inquilinos escucharan. 

Hoseok les pateó las costillas una y otra vez, Hae-Jin se levantó y fue al baño a asearse. Al salir ambos hombres estaban atados como cerdos y Hae-Jin aplaudió. Hoseok se levantó y le dio un puñetazo en el estómago provocando que Hae se doblara sosteniéndose la parte afectad. Cayó de rodillas y luego lo agarró del cabello para que lo viera. 

—  Eres tan imbécil... Te he dicho que no pienses sin que yo te ordene. Eres un completo idiota. 

—  Lo siento, solo creí que sería fácil. 

—  ¡Cierra la puta boca! ¡Llévalos con tu tío y deja de llorar! ¡Qué pendejo eres!

Después de llevar a los hombres a la camioneta de Hae, Hoseok se alejó caminando, sin embargo sentía que alguien lo estaba siguiendo. Avanzó más rápido tratando de alejarse de la persona que no dejaba de seguirlo y justo en ese momento, lo vio.

Just another BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora