12

200 25 0
                                    


Le dejé pasar a mi apartamento luego de un largo abrazo que a mi parecer le reconfortó bastante.

No quería parecer un ansioso para saber de su situación de la cual le dirigió hasta aquí, por lo que le di su espacio.

Fui a mi cuarto, colocando encima de la cama la mochila con pocos libros, después pasé por la cocina a preparar leche caliente para el invitado.

Miré de reojo por la puerta en la que podía ver a JiSung sentado en el sofá de la sala, de verdad estaba desanimado.

Las maletas que traía ya me daban una idea de lo que podría pasar, y no tenía remedio en aceptar lo que me pediría.

El pitito del microondas hizo que sacara la taza calentita, pudiendo llevarla ya a quien se la bebería.

Con pasos calmados me acerqué a él, sentándome a su lado y apoyando la bebida en la mesa delante de su cuerpo.

— ¿Me quieres contar lo sucedido?

Hablé suave y poniendo una mano sobre su hombro de la misma manera.

— Me echaron de casa... No aceptan que su hijo sea un maricón chupa pollas.

Soltó con desprecio y en bajo, su labio temblaba anunciando que podría llorar en cualquier momento.

— No te llames así, no lo eres.

— Creo que ya sabes lo que pretendo, pero no tengo ningún sitio más al que ir por hoy. Hyung, ayúdame, por favor.

Y ahí estaban, lágrimas cayendo de sus ojos sin cesar.

— No te preocupes, te puedes quedar, estáte el tiempo que necesites.

Esta vez fui yo quien le abrazó, estando así un largo rato mientras acariciaba su espalda.

Clases De Rap △SeungBin▽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora