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Menos mal que me había tomado el supresor, si no todo mi aroma estaría disperso por toda la casa.

¿Qué había pasado?

Me puse a enseñarle el rap con tranquilidad, iba bien sin problemas hasta que al parecer él se dió cuenta de lo que se trataba la letra cuando le di la hoja porque me la pidió.

Mi nerviosismo estaba a flor de piel, no sabiendo si iría por un tema o por otro.

— Hyung... ¿Esta es una letra de amor, verdad? Normalmente suelen ser de otros aspectos de la vida.

— Exacto, quería probar otros temas, a demás de que... Es perfecta para esta ocasión.

Bajo su confundida mirada agarré sus manos con las mías, le miré entre emocionado y ansioso.

— SeungMin, me gustas, y mucho. Dáme la oportunidad para cortejarte y ser quien te cuide durante bastante tiempo.

En mis ojos había un brillo especial mirándole, y como iba directo a los suyos, pude también verlo ahí.

Él se mantuvo en silencio unos minutos, creo que pensando en las palabras concretas que diría.

De la nada, me abrazó pudiendo sentir su calidez en mí mientras que le correspondía segundos después.

— Sí te la doy, lo que más quería del mundo entero por fin está sucediendo. Desde que te vi mi lobo me advirtió de que serías mi alfa, y no estaba mintiendo en absoluto.

Se acurrucó apoyando su cabeza en mi hombro, sonreí por eso y besé su cabello acariciando su espalda.

— Mi lobo me avisó por sueños, nunca le hice caso hasta que apareció en uno hace unos dias.

— Eres demasiado despistado, pero me alegro de que te hayas dado cuenta de tus sentimientos reales por mí. Aún no eres mi alfa oficialmente, y quiero que me cortejes a tu ritmo, no hay prisa.

Asentí a sus palabras sin cesar con mis caricias, su olor se metió a mi nariz disfrutando del momento.

— Y tú también me gustas mucho, Binnie.

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