ᴠɪꜱɪᴛᴀ

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  Despues de varias semanas, Charlie y Quackity habian llegado a conocerse mejor y llegaron a la conclusión de que ahora, ellos eran amigos. De vez en cuando salían a pasear, y la pasaban bien, eso era lo que importaba. 

  Un día mientras Charlie estaba entregando cartas, observa la casa de Quackity, nada había cambiado pero sentía unas extrañas vibras provenir de tal lugar, decidió ignorarlas ya que, siempre las tiene y al final, no eran mas que unas preocupaciones. Slime decidió pasar de largo.
   Quackity tenia un invitado que, luego de un rato largo, ambos comenzaron una discusión y los gritos podían oírse por afuera, los vecinos empezaban a alertarse porque, hasta aquel momento, Quackity tan solo había tenido un perfil bajo, nunca había tenido problemas con nadie y de repente gritos provengan de su hogar que reflejaba paz junto con misterio, causaba cierta incertidumbre.

-¡¿Pero por qué te fuiste así sin más?! -una voz, algo grave, exclamaba dando a entender que estaba perdiendo la paciencia que, en algún momento, tuvo.

-¡Porque yo no tenía nada más para hacer allá! -Quackity respondió, sin dejar de gritar como aquel- ¡Él me olvidó y tú no hiciste nada al respecto!

-¡Yo no tengo nada que ver con su memori...! -la palabra no pudo ser terminada.

-¡¿Y por qué te quedaste de su lado?! -la voz empezaba a fragmentarse- ¡Desde el día que discutimos... tú no has vuelto a hablarme..! Y yo... -los ojos empezaban a humedecerse-, los extraño...

  Ambos hombres quedaron mirándose por unos minutos, ninguno sabía que decir y Quackity estaba llorando. Entonces, aquel hombre de cabello azabache como el de Quackity, decidió acercarse y consolarlo, como lo hizo en algún tiempo con él, ayudándolo a sanar.

-Quackity... -sus manos ásperas intentaron tocar las suaves telas de las ropas del que buscaba, pero él debía saber al anterior Quackity no lo encontraría, no de la misma manera por lo menos.

-¿Qué estás... intentando...? -a pesar de los cambios de Quackity, seguía sintiendo cierta sumisión ante los brazos de Sapnap- Sapnap... sabes que ya no soy igual... -retrocedió pequeños pasos hacia atrás.

-¿Acaso vas a rechazar un abrazo de tu amado? -Sapnap sabía como jugar con Quackity.

  No pudo evitar alejarse del abrazo, una calidez sometió a ambos a permanecer de tal manera, olvidaron lo que hablaron, lo que se dijeron y gritaron, dejándose llevar por el amor que se seguían teniendo a pesar de las contradicciones que ambos se demostraban.

-¿Puedo... quedarme esta noche a dormir...? -Sapnap dijo, sin soltar a Quackity, con una voz algo nostálgica para los dos.

  Quackity pensó, no quería dejar que se quedara pero, sabia que Kinoko quedaba a varias horas de donde estaban y qué quizá podrían tener la posibilidad de arreglar las cosas.

-No... -no había resistido decirlo, sus labios no pudieron detenerlo.

-¿Um...? ¿Por qué no? -trató de apartar a Quackity, para poder mirarlo a los ojos y ver si realmente lo estaba diciendo.

  Quackity no pudo más que mirar para otro lado y contraer sus labios para no hablar más, Sapnap lo sujetaba de los hombros mientras buscaba su mirada.

-¿Lo dices en serio...? -la voz se torno apagada, junto con un sostener débil.

-¡Me refiero a... -Quackity trato de pensar rápido-, a... puedes quedarte en algún hotel de la zona! Si... ¡Son mejor qué mi casa!

  Sapnap decidió observar la habitación, había unas latas de cerveza escondidas detrás del sofá, maruchan sin abrir en la pequeña mesa del living..., el piso en general estaba bastante sucio y había algunas cucarachas paseando el techo.

-Bueno... supongo que será mejor que... -Sapnap se detuvo, no quería ofender al reciente hogar recién comprado-, ensuciar aún más acá -decidió decirlo, de todas maneras, las cosas no estaban tan tensas como antes y un pequeño chiste quizá lo tranquilice aún más.

  Quackity río, para luego contarle de un hotel que estaba cerca, a varias cuadras de allí y del centro, si es que caminaba unas cuantas más.

-Gracias, en verdad necesitaba aclarar algunas cosas entre nosotros -Sapnap se despidió, alejándose de la casa mientras saludaba con el brazo.

-¡Digo lo mismo! -le gritó Quackity a lo lejano a su sombra, que junto con él, se alejaba del hogar.

  No pudo evitar abalanzarse al sofá, ahogar sus gritos con un almohadón y tratar de romperlo.

-¿¡Por qué tienes que seguir siendo tan amable!? -dijo en regañadientes, apretando con sus uñas, no muy largas, al suave almohadón- ¡Todo sería más fácil si hubiéramos permanecido alejados! ¡¡Argggggh!!

  Todo fue confuso para Quackity, no sabia que debería sentirse o como se sentía siquiera, todo lo que podía decir era que Sapnap le seguía causando furia, al igual que le ocurría con Karl.

-Ugh... -dejó de apretar el almohadón y se recostó en el sofá- Espero que el otro no me vuelva a escribir, no quiero tener que lidiar con más hombres hoy...

Instantáneamente, recibió una notificación al celular, no quería leerla ni saber quien era, pero sabía perfectamente quién podría ser.

  Slime, por otro lado, había terminado temprano esta vez, planeando salir ese día con Quackity le habia enviado el mensaje, que no fue respondido por un largo tiempo. En aquellas horas Slime llego a recapitular si es que Quackity lo estaba ignorando, él no solía tener tanto tiempo libre y tenerlo lo hacía sobrepensar ciertas cosas.

"No, no puedo, no tengo tiempo" fue lo que Quackity contesto por fin, despues de horas, se notaba que no tenía ganas de nada.

-¿¡Recién ahora!? -Slime estaba enojado, decidió dejar a Quackity en visto, seguramente no le importaría, total, a él tampoco le importa.

"¿¡¡Por qué tiene que ser tan irresponsable!!?" renegó, sentado en el colchón de su cama.

  Al tiempo, Slime no pudo evitar sentirse culpable por haberlo dejado en visto, pero ya no había vuelta atrás, ya lo hizo y no podía cambiarlo.

"Podes esta noche?" fue otro mensaje enviado por Quackity, sintiendo la culpa de haber contestado tan seco y tarde, Slime rápidamente le contestó, con la misma culpa de dejarlo en visto.

"SISI CLARO!!
a que hora quieres que vaya? 😸"

Al instante, Quackity respondió:

"Ahora, si quieres :]"

"YENDO"

   Slime se preparó rápido; se vistió con una remera blanca verdesina acompañada de una chaqueta azul a cuadros, pantalón negro azulado que se aclopaba con zapatos blancos que tenían detalles con color negro.
  Caminó mientras pensaba en lo que podrían hacer, le encantaría ver una película o simplemente tener una charla mientras juegan a algo, a Slime le encantaba pasar tiempo con Quackity, o cualquier otra persona que el quisiera. Después de pensar tanto, por fin llegó a la casa de Quackity, llamó a la puerta y lo recibió.

-¡Hola, Slime! Pasa, pasa... -Quackity extendió su brazo para abrir la puerta lo suficiente y que Slime pueda pasar.

The Postman (Quackity y Slime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora