Nosotros Seremos Los Verdugos De Obelia

los secretos

La sangre salía de su boca de forma repulsiva, sentía como sus costillas se destrozaban a cada respiración que daba, su cuerpo que a duras penas podía mantener sentada, pero aún así sus ojos eran obligados a estar abiertos.

- se lo volveré a preguntar condesa Rosalía...- dijo Athanasia con una voz entre fastidio y desgano - ¿que ocultan en la mansión del duque, que te traes con el duque? - la condesa se quedó callada, estaba segura que ella hizo algo para que nadie sospeche de su desaparición y también estaba segura que no saldría de este lugar, su mente estaba al borde y no sabía que en momento iba a ceder.

- bueno parece que no quieres hablar - dijo mientras se estiraba - es triste ya que ya llevas 4 días con esto y no es que puedas salir de aquí con vida - dijo mientras se acomodaba en su silla - este lugar está fuera del poder del propio emperador, un mal movimiento tuyo y serás asesinada por las barreras que rodean tu celda - dijo Athanasia con una sonrisa complacida al ver su cara - parece que tendré que seguir indagando en el palacio, mis espías e infiltrados muy pronto me traerán un informe y ya no me seras de utilidad.

Rosalía tembló con importancia, no importa de donde lo vea su muerte estaba asegurada, sería lenta y dolorosa, pero si copera al menos ella le dará una muerte rápida, su cuerpo ya no podía más, tenía múltiples lecciones y su cuerpo estaba agonizando pero por culpa de la magia se mantendría viva asta que Athanasia decida que ella muera.

- hablaré...- dijo con dificultad, Athanasia sonrió ante su reacción - te diré todo si acabas con mí sufrimiento sin dolor...- dijo con lágrimas en los ojos.

- te lo juro condesa, si colaboras y en dices toda la verdad tendrás una muerte sin dolor y un lindo sueño antes de esta - dijo Athanasia con la mano en su corazón.

La condesa respiro ondo y tomo todas sus fuerzas para hablar y acabar todo.

- el duque tiene al ex emperador Anastasio escondido en su mansión - los ojos de Athanasia se abrieron a tal punto de que parecían que se iban a salir, se esperaba muchas cosas menos eso - están planeando usurpar a la corona así que están comprando armas y ocultandolas en los terrenos del duque, todo está en su oficina guardado en su cajón del lado izquierdo es el único que está con llave pero ese hombre está casi todo el día en su oficina y los sirvientes no pueden entrar.

- ya veo...- dijo con una sonrisa complacida - tranquila condesa yo ya veré qué hacer, ahora cumpliré mi parte del trato.

Athanasia soltó magia de su mano y se acercó a la frente de la condesa, toco su frente y está cerró sus ojos y y su cuerpo colapso. Athanasia se paró y salió del cuarto sin mirar atrás.

- ya te dio la información - dijo Lucas que estaba parado detrás de la puerta.

- si, tenías razón el duque tiene una rata oculta en su mansión, creo que tendremos que reclutar gente para esta misión - dijo mientras de acomodaba su capa.

- tranquila yo me encargo de esos - dijo Lucas con una sonrisa.

- entonces te los dejo a ti - dijo ella también con una sonrisa.

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Jeannette suspiro intranquila, caminaba por los pasillos del palacio con aburrimiento desde hace un tiempo que no sea podido divertir con sus amigos por culpa de su castigo, pero viendo el lado bueno muy pronto abra una fiesta y podrá volver al mundo social, después del incidente en su fiesta su imagen pública a sido manchada y tiene que haces todo lo posible para recuperarse.

- su alteza las nuevas sirvientas y los nuevos caballeros al llegado, ¿desea que les haga pasar y los mandé de frente a sus asignaciones? - dijo una sirvienta que se acercó a ella con rapidez.

- no, llévalos a la sala principal deseo verlos antes - dijo mientras se diría a la sala, eso será más interesante que leer libros.

Cuando los sirvientes fueron llevados a la sala los pusieron en fila, eran jóvenes simples y muy poco llamativas pero una en particular le llamaba la atención.

- tu la de pelo rojo ven acá - la chica levantó la cabeza y camino con rapidez hacia ella - como te llamas.

- me llamo Rose su majestad - dijo ella con una reverencia.

- por qué tienes esos rasgos - pregunto con curiosidad.

- soy hija ilegítima de algún noble, por esos mis rasgos su majestad, mi madre era una prostituta y lo que tuvo con mi padre fue algo de una noche - dijo ella con tranquidad.

- parece que sabes mucho de modales - Dijo Jeannette sin quitarle los ojos de encima.

- por el ambiente en el que vivía era necesario aprender lo básico su majestad

- me agradas, a partir de ahora me vas a servir a mi - dijo Jeannette mientras se levantaba de su asiento - los demás vallan a sus deberes asignados y tú vienes conmigo, mis damas te enseñarán lo que tienes que haces - dijo mientras caminaba para salir de la habitación.

- si su alteza - dijo ella mientras caminaba para ir detrás de ella.

En menos de dos semanas Rose se había acoplado y aprendido con rapidez todo lo que tenía que hacer, rápidamente se ganó la confianza de los trabajadores por lo dedicada que era y por su amable personalidad, siempre trataba de complacer a Jeannette y sorprendente mente sabía exactamente lo que quería.

- Rose creo que fuiste creada especial mente para estar a mí lado - dijo Jeannette mientras admiraba su reflejo - es como si me leyeras la mente.

- e tratado de aprender sus gustos para que usted siempre sea feliz su alteza - dijo con una sonrisa, Jeannette solo sonrió mientra llenaba su ego con sus palabras - la dejo divertirse su alteza, yo voy hacer mis deberes pero si me necesitas no dude en llamarme - dijo para con una reverencia salir de la habitación.

Su sonrisa desapareció cunado llego a cierta parte oculta del palacio, camino con rapidez al lugar de encuentro.

- hice todo lo que me ordeno mí señor - decía meintras le hablaba al hombre encapuchado.

- ya tienes la suficiente confianza de Jeannette para saber sus secretos - pregunto el hombre.

- me falta un poco pero ya soy su criada favorita - dijo ella con sinceridad - solo un poco más, necesito que pase un incidente para que confíe plenamente en mí mí señor.

El hombre sonrió mientras se quitaba la capucha y dejaba ver sus ojos carmín - tranquila aré que suceda, si ese es todo tu reporte te puedes ir, no queremos que sospeches.

- si mí señor - dijo con una reverencia y salió rápido del lugar.

- la quimera es muy ingenua - dijo Lucas mientras pensaba en voz alta, antes de desaparecer sin dejar rastro.

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Ando muy anido al no tener nada más que hacer que lo que me gusta 😊

Espero que el capítulo aya sido de su agrado, no tengo mucho que contar así que les deseo un lindo día /tarde/noche.