Su vestido tan extravagante como siempre, de un color violeta, oro y joyas adornaban su cuerpo y su cuello era decorado por un bello collar obsequio del mago carmesi, dijo que era una piedra mágica que la protegería, las palabras del mago hicieron que su corazón lata con rapidez, aunque no lo dijo de forma tan cariñosa como le hubiera gustado aun así era un avance. Golpeo con suaves palmadas sus cachetes, no tenía que pensar en su mago en estos momentos tenía que encargarse de los rumores que circulan de ella, aunque Roxana no sabía toda la información parece que dudan de su legitimidad, tenía que encargarse de eso desde la raíz.
- ¡¡Su Alteza la princesa Jeannette ha llegado!! – dijo el vocero de la puerta, Jeannette relajo su rostro y entro a la fiesta con su característica sonrisa angelical.
Los susurros no se hicieron espera y a cada paso que daba estos se hacían más audibles para ella.
- Ahora que le presto más atención no se parece en nada a su majestad, puede que el Duque Alfirce si haya mentido sobre su legitimidad – dijo una dama entre susurros tratando de no ser oída por la princesa.
- Entonces tal vez ella le hacia la vida imposible a la difunta princesa Athanasia y por eso ella se suicidó, ¡realmente quiere usurpar el trono! – dijo un caballero con un tono más alto.
- Entonces si fue capaz de hacer todo eso ¿Por qué no usaría magia negra? – dijo otra persona.
Esas últimas palabras hicieron que su sangre hirviera, era cierto que le hacia la vida imposible a Athanasia y que no era hija del emperador, pero aun así ellos no tenían el derecho de hablarle así, ella era la princesa, la única princesa que queda, y además de decir blasfemias sobre ella se atreven a decir que usa magia negra, ella logro todo con su carisma, solo eso. Una pequeña risilla llego a los oídos de Jeannette, era Helena, la chica de los lirios, Jeannette la miraba con impotencia y odio.
- ¡¿Fuiste tú no rata?! – grito mientras señalaba a Helena – tú fuiste la que esparció estos rumores tan crueles sobre mí, ¡¡tú princesa!! – grito.
- Su alteza está mal que saque conclusiones apresuradas – dijo Helena – aunque debo de admitir que todas estas suposiciones hacen que todo tenga sentido, después de todo ¿Por qué el emperador mostraría interés por alguien sin talentos? Es obvio que hizo algo.
Jeannette solo grito de la frustración y se lanzó sobre Helena, comenzó a jalar sus cabellos y rasguñar su piel.
- ¡¡Ayuda!! – grito Helena - ¡¡la magia negra la consumió!!¡¡yo tenía razón!!
Los murmullos dándole la razón cada vez aumentaban y los caballeros estaban intentando detener a Jeannette de su brutal ataque, la gente comenzó a asustarse y el escandalo se comenzó a formarse en la fiesta. El sonido de los guardias reales sorprendió a todos los presentes, sir Felix el comandante en líder de la guardia real llego con un grupo de guardias.
- ¡¡Sir Felix!! – grito Jeannette creyendo que Claude lo mando para ayudarla, pero las palabras que él dijo que dejaron estupefacta.
- ¡Princesa Jeannette, usted y el Duque Alfirce serán detenidos por conspiración hacia la familia real! – la gente abrió sus bocas por la sorpresa, las palabras de la señorita Helena terminaron siendo ciertas.
- ¿Qué? - dijo Jeannette todavía sin comprender la situación, miro a Felix buscando algún signo de que estaba mintiendo o signos de culpa, pero lo único que vio fue odio, un odio profundo se formó en esos bellos ojos grises.
Jeannette ya no pudo hacer más ya que fue jalada por los guardias fuera del palacio, con grilletes en las muñecas fue empujada con brusquedad a un carruaje donde solo entro sir Felix con ella.
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Nosotros Seremos Los Verdugos De Obelia
FanfictionAthensia, la princesa olvidada en el palacio rubí fue inculpada de un crimen que no cometió. Ella junto al mego ancestral de la torre escaparon y fingieron su muerte. Ella no quería que su pueblo cayera en desgracia por los nobles codiciosos y la ig...