𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐢𝐬 𝐋𝐨𝐯𝐞?

𝐓𝐰𝐨:. 𝐓𝐞𝐞𝐧𝐚𝐠𝐞𝐫𝐬 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬

Ir a la escuela solía ser una constante tortura. Especialmente en los almuerzos que Eunchae se iba a la sala de debate y Kaori terminaba o comiendo sola o simplemente no comiendo para no tener que encerrarse en el baño.

Tenía un talento para no poder hacer amigos.

Apenas terminaron las clases Kaori fue de frente a la empresa para
ensayar. Faltaban unas semanas para su debut pero debido a las críticas en su video de presentación debía practicar más y mejorar.

Llegó a la sala de prácticas y se encontró con sus compañeras ya calentando, saludó a su entrenadora y comenzó a calentar. 

—¡Otra vez!—todas se quejaron, estaban tan agotadas. Habían pasado varias horas y todas querían descansar. Con dolor siguieron bailando hasta que por fin terminaron e hicieron el control de peso.

Casi todas estaban bien, tenían un peso saludable y aceptable ante la sociedad.

—Hannah, solo debes conseguir un poco más de peso, estás muy delgada—la pelinegra asintió y se sentó al lado de sus amigas—Kaori.

La maknae se subió a la balanza y cerró los ojos por miedo.

—Dios mío—la exclamación de la mujer llamó su atención—Estás comiendo demasiado, te vez muy gorda, si sigues así nadie te aceptará.

Las crudas palabra hicieron que la piel de Kaori se pusiera de puntas.

—Debes esforzarte más y hacer una dieta. Con razón tu ropa comenzaba a apretarte y te veías tan cachetona—la miró de arriba a abajo y luego señaló a las demás— Debes ser como las demás, todas delgadas y bonitas, nadie querrá prestarte atención si te vez así, comenzarás una dieta—comenzó a escribir en su cuadernillo y se lo entregó.

Kaori miró horrorizada la lista. ¿Solo manzanas? ¿Jugos y hielo? Se iba a morir de hambre.

—Y ustedes tampoco le den comida—amenazó a las chicas—Lo digo por tu bien Kaori—se acercó a la japonesa y le sonrió—Nadie va a quererte si eres gorda y fea, ningún fan te hará caso ¿Sí?

Kaori asintió lentamente aguantandose las lágrimas que tenía acumuladas. Una vez que la mujer se fue sus amigas intentaron consolarla pero ella salió corriendo de la sala ignorando los llamados desesperados.

Subió a la azotea tratando de respirar con dificultad. Se apoyó en la baranda y soltó un grito logrando por fin llorar.

Se agachó cubriendo su cara con el cabello. Se sentía tan horrible, tan dolida, tan enojada. Estaba molesta porque una parte de ella piensa que es verdad. Tal vez si está muy gorda y no es muy bonita.

Nunca se había fijado en eso. A ella le gustaba comer, ahora solo viviría a base de jugos y hielo.

La puerta fue abierta alertandola y la chica se elevó dándole la espalda al desconocido.