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Tom estaba en su habitación en el Orfanato, leía con atención y tomaba apuntes, ignoraba las pisadas apresuradas que sonaban afuera de su oscura habitación, solo se concentraba en aprender todo lo que el libro que le dio Gabriela antes de partir a las vacaciones, era para aprender francés.

El libro le perteneció en su día a Gabriela, pero se lo dio a Tom para que comenzara a aprender por su cuenta luego de que ella le enseñara lo básico, el libro ya tenia partes subrayadas como anotaciones con letra de su amiga, así que le resulto más fácil aprender, aunque claro, también hacia sus apuntes.

Fue cuando escucho como algo golpeaba su ventana, levanto la mirada para llevarse la sorpresa de encontrar a Wallis, hace tiempo que no la veía, solo cuando Gabriela mando esa carta explicando que no iba a poder comunicarse, se levanto y abrió la ventana, notando que al animal tenia varias cartas en sus patas, al entrar se desplomo en la cama de forma dramática.

Tom suspiro, por alguna razón le recordó cuando Gab dramatizaba al estar cansada de las clases, cerro la ventana y fue donde Wallis, que fingía delirar.

Tom: -si tan cansada estas no te voy a dar de comer el ratón que encontré el otro día- le advertido, claramente mintiendo

Wallis en un dos por tres estaba parada en la cama, como si nunca hubiera estado cansada, Tom suspiro, el dicho de que las mascotas se parecen a sus dueños sin duda aplicaba bien en esa lechuza.

Tom vio las cartas, eran varias, estaban atadas a las piernas de Wallis, dejando sus garras libres ya sea para apoyarse o cazar, al verlas mejor se dio cuenta de cada una tenia escrito un nombre, así que tomo el que decía "Tom M. Riddle", luego de eso la dejo en su escritorio y abrió la ventana.

Tom: -¿Que esperas?, vete, ya cumpliste tu trabajo- le dijo, Wallis lo miro ofendida -¿De verdad pensaste que te tenia un ratón?, que tonta-

Wallis dio un chillido de enojo, ¡Ella quería su ratón!, pero su amada señora le dejo una misión, ya luego le iba a cobrar a ese desgraciado, y enojada partió a repartir el resto de cartas.

Tom cerro la ventana, la verdad aun se preguntaba donde fue que Gabriela se consiguió semejante animal, volvió a su escritorio, tomo el abrecartas que se compro con el dinero ganado por el UNO y la broma a Carrow, en el banco con ayuda de Abraxas logro cambiarlo por dinero muggle, la verdad se sorprendió mucho al ver lo que contaba un galeón de oro al intercambiarlo a dinero mágico, y pensar que Gab arrojo una bolsa grande de ellos por la ventana, cuanto dinero perdido.

Era un sobre de color crema, con un sello de cera de color blanco, para su sorpresa, tenia un diseño peculiar, era un circulo, y adentro tenia una letra "D" bastante decorativa, le recordaba mucho el tipo de letra que veía en los libros en Hogwarts (Es una "D" con caligrafía inglesa con florituras, lo pueden buscar si quieren), al rededor tenia pequeñas imágenes de rosas, y escrito de la misma forma, pero sin ser muy exagerado estaba escrito su nombre.

Saco la carta, y comenzó a leerla, no lo iba a admitir fácilmente, pero estaba entusiasmado.

Querido Tom:

Hola, la verdad estoy emocionada mientras escribo esta carta, recién ahora logro poder escribirte como a los demás, aun no logro leer todas las cartas que me has enviado mediante las lechuzas de nuestro amigos, pero te prometo enviarte una nueva carta donde ya estaré más informada.

Por mi parte, no pude seguir con mis clases de idiomas, pero lo tengo al pendiente, espero que tu no hallas tenido problemas y que te sirviera el libro que te di.

Por mi parte, durante el tiempo que no estuve, terminaron mi habitación, así que tal vez para la próxima no compartimos habitaciones, la verdad es una lastima, me gustaba dormir contigo, era divertido cuando el Tío nos encontraba y nos regañaba.

En este tiempo aprendí un par de cosas, y me pase el tiempo con unos amigos, aunque la verdad son parientes lejanos de mi Tío, como de unos primos, tengo una noticia importante que darte, pero lo are cuando nos encontremos todos juntos.

No puedo esperar para volver a verte, te voy a presumir que logre crecer un par de centímetros.

Hasta pronto Tom, cuídate mucho.

Gabriela E. Cullen

Tom sin pensarlo sonrió con la carta, le era reconfortante poder hablar con ella entes de volver a verse.

Cambiare tu futuro, Tom Riddle [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora