Colors ✧ Yoonmin

Azul

Yoongi miró a través de la ventana. Odiaba levantarse temprano, odiaba los días soleados y ese día el sol quemaba pero agradeció el estar en ese lugar con aire acondicionado. Alzó su vista hacia el cielo y vio el color azul pastel y de este y el blanco de las nubes.

Azul, la vida de Yoongi estaba teñida de colores azules y grisáceos. Él era azul, azul oscuro y profundo, demasiado opaco.

Sus tonos pintaban el lienzo de su vida en tonos demasiado lúgubres y faltos de vida. En realidad, la vida no era el problema, tal vez él lo era.

Con veinticuatro años estancado en una vida llena de responsabilidades y dejando de lado sus sueños, se vio arrasado por los tonos tristes. Todos esos colores pasteles que llegó a apreciar en su infancia quedaron fuera de él, se deslavaron mientras crecía convirtiéndose en un adulto, todos fueron borrados y cubiertos por una gran mancha.

Su padre había muerto cuatro años atrás y con ello se llevó una gran parte de los colores de su vida, a partir de ese momento los tonos sombríos cubrieron su corazón. Tuvo que ser fuerte, salir adelante de alguna manera, solo él y su madre porque su hermano mayor se había marchado lejos de su hogar.

Suspiró cansado, su descanso había terminado e intentó olvidar la monotonía de sus días, decidió centrarse en lo que debía hacer ese día, saliendo de sus pensamientos y regresando a esa realidad gris.

Yoongi trabajaba como cajero de un supermercado, no era el mejor empleo, no le gustaba pero no había encontrado otra opción, necesitaba dinero rápido, la renta del apartamento y las necesitases en su hogar no se pagaban solas. Su madre trabajaba al igual que él, ambos tratando de salir adelante, era difícil pero Yoongi amaba a su madre, era lo único que podía hacer por ella, debía ayudarla.

El supermercado no era muy grande, era mediano con cosas básicas e indispensables para la zona en la que se ubicaba. Era una zona con buena plusvalía, el vecindario estaba rodeado de conjuntos de apartamentos bien cuidados, casas bonitas y gente con buena estabilidad económica.

—Hey...—Namjoon lo saludó, era un buen amigo, gracias a él había podido obtener el empleo.

—¿Qué hay?— Namjoon le sonrió intentando animarlo pero sabía que no funcionaba con Yoongi.

—Vamos a ir a cenar después del turno, ¿Te unes?— Namjoon no se daba por vencido, le caía bien Yoongi, quería incluirlo a su grupo de amigos pero el mayor era un tanto solitario.

—No creo, debo volver a casa...—El pálido se acercó a su lugar de trabajo, la caja con el número 3.

—Vamos, solo será una cena, si te animas nos iremos todos juntos saliendo de aquí.— Namjoon le sonrió de manera cansina y se alejó sin decir nada.

—Ok...—Susurró Yoongi, sinceramente la cena no sonaba tan mal, sus compañeros de trabajo no le caían del todo mal, tal vez podría aceptar y...

—Tae te dije que no, estoy en el supermercado.— La voz de un chico lo hizo alzar la mirada y enfocar hacia las cosas que habían sido puestas en la banda de la caja.—Yah, solo teclea la clave, sí, sí la misma...—Yoongi miró al dueño de las cosas y de la voz. Tal vez lo observó más de lo debido pero vamos, el chico era... ¿Atractivo? sí, sin duda y pudo notar el acento marcado, sonaba diferente.—Te veo más tarde.