Después de esa exitosa rueda de prensa Coraliné se ganó el respeto de muchos de sus compañeros por saber manejar a los medios de manera excepcional, pero no todo era su crédito. Su mentor Mérante había estado con ella desde el día uno.
Su historia se remonta a las pequeñas presentaciones que tenía Coraliné en el teatro de su ciudad natal, ese día Mérante había sido invitado por su familia para ver la presentación de su sobrina, pero su atención fue robada por una joven rubia que dejaba parte de su alma en el escenario.
Al terminar la presentación nuestro profesor se acercó a la joven Coraliné y a diferencia de sus compañeras que parecían que se desmayarían en cualquier momento ella estaba tranquila, él no sabía si era que sabía manejar los nervios a la perfección o no tenía idea de quién tenía enfrente suya.
Cuando la felicito por su arduo trabajo, ella le sonrió amablemente dándole las gracias, ahí había confirmado que la chica no sabía quién era el, sin nada más que decir se despidió y dio la media vuelta para irse.
Cuando estaba a unos metros del grupo de adolescentes se escuchó como gritaron su nombre así que dio la media vuelta y se encontró a una agitada rubia.
—¿Sucede algo? —pregunto con su característico tono sin emociones.
Ella solo negó rápidamente y levantó la mirada para ver las lágrimas que amenazaban con salir.
—Muchas gracias por sus palabras, significan mucho para mí —dijo con una sonrisa y llevo su mano a su pecho para cerrarla y simular que se tomaba el corazón.
—Tiene mucho que dar jovencita, espero verla algún día compartiendo escenario con mis alumnos —de nuevo retomo su camino, pero sonrió ante las palabras de la chica.
—¡¡Usted me dará clases!! —grito.
Después de esa pequeña conversación no se volvieron a ver hasta el lobby de lo que sería la nueva academia de Coraliné, la chica estaba tan perdida en la construcción que no se dio cuenta a quien se había encontrado hasta que chocó con él.
—Nos volvemos a ver —dijo el mayor mientras se posicionaba a su lado.
—Maestro Mérante —dijo alarmada la joven mientras se disculpaba.
—No se preocupe, mejor dígame, ¿qué es lo que la trae a la academia?
Después de explicar brevemente que era lo que había pasado desde que se habían visto hasta ese punto explicó que estaba ahí para las audiciones.
—Felicidades por llegar antes que yo —dijo dándose la vuelta para caminar por un corredor a la izquierda de la rubia.
—¿Disculpe? —pregunto.
—Nos vemos, espero que su danza sea igual de buena como su puntualidad —y ahí entendió que él era quien la iba a calificar.
Los meses siguieron corriendo y la vida de nuestros protagonistas fue mejorando a una velocidad excepcional.
Por una parte, Coraliné había firmado un contrato con una marca de renombre mundial y este evento hizo que se colara en los ojos de todos gracias a sus campañas y su estilo peculiar de mezclar el ballet y la moda.
Por otro lado, estaba nuestro pecoso que estaba a unas semanas de entrar a sus pasantías como estudiante de medicina, sus pasantías serían en su ciudad natal gracias a que su profesor movió unos cuantos contactos para conseguirle un lugar, ya que según en sus propias palabras era importante que el joven aprendiera a liderar con el estrés de un hospital de esas magnitudes si quería ser un médico excepcional.
Los 2 se encontraban de nuevo en la ciudad que los a visto crecer, Coraliné que había regresado hace unas horas de hacer un recital para un festival muy famoso en España e Izuku quien había terminado de acomodar sus cosas en su nuevo departamento a unas cuadras de la casa de sus padres.
Se sentaron en sus respectivas camas y muertos del cansancio se dijeron a sí mismos que la vida adulta no era sencilla, pero valía la pena por cada cosa que lograban con su esfuerzo y dedicación, y así perdiéndose en sus pensamientos los 2 se quedaron profundamente dormidos mientras afuera unas primeras gotas de lluvia amenazaban con caer toda la noche.
En poco menos de un año la vida de Coraliné había dado un giro de 360° gracias al dinero que había ahorrado por sus campañas y recitales pudo comprar su propio apartamento en el centro de Paris y estar más cerca de sus necesidades, aunque no olvidaría ese pequeño y ruidoso piso que le dio protección en los días más fríos y le resguardo de los peligros del exterior.
Logró hacer que su mamá dejara el trabajo después de mucha insistencia y alguna que otra pelea, ya que su mamá seguía viviendo en su pueblo natal cada vez que podía y su agenda se lo permitía iba a visitar a su madre y consentirla con mil cosas esperando poder regresarle todas las cosas que le dio y todos los sacrificios que hubo en medio, pero por muchos regalos que le diera sabía que nunca serían suficientes para pagarle todo lo que hizo por ella.
Después de meses de estar ahorrando para poder iniciar un proyecto que dé le había ocurrido en sus primeros años de bailarina profesional logró comprar un pequeño edificio en las cercanías de su casa y con ayuda de su equipo legal comenzó a poner en marcha su propia fundación, en la cual ayudaría a jóvenes de toda Francia para que sigan sus sueños de estudiar ballet pero por situaciones de sus vidas no tenían el apoyo, a cambio de poder estudiar con todas las comodidades harían voluntariado en donde se necesitara, podía ser desde un orfanato hasta un hospital, donde fuese que necesitaran ayuda ahí estaría Coraliné y la fundación Montiel.
Todos estos meses resumidos en unos simples párrafos parece que todo fue fácil y sin ninguna complicación, sin embargo, no se mencionó las innumerables noches en las que Coraliné lloró hasta quedarse dormida por la desesperación de no saber qué hacer, tener todo su tiempo ocupado pasar la mañana en la academia ensayando hasta que no pudiera más, en la tarde estar con su equipo mientras revisaban el proyecto y que todo estuviera en orden. Cuando iba de regreso a su piso rara vez pasaba por la cafetería, algunas veces se encontraba con el pecoso y otras no, pero poco a poco su fundación fue consumiendo todo su tiempo y dejo de ir a esa cafetería que tanto le gustaba.
Cuando la fundación estaba completa no pudo evitar llorar de felicidad cuando recibió a su primer grupo de alumnos y pudo conocer a cada uno de ellos y sus historias, solo ahí se dio cuenta que cada lágrima, cada gota de sudor había hecho eso posible y se encontraba en una posición que podría ayudar a los demás a cumplir su sueño.
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𝓒𝓸𝓻𝓪𝓵𝓲𝓷𝓮 | Oc X Izuku Midoriya
FanficCoraliné es una alegre rubia francesa, no hay nada más en el mundo que le guste tanto como bailar, si fuese por ella lo haría hasta que sus huesos no pudieran más, pero después de mudarse a la capital para tener la oportunidad de presentar el examen...