Esa tarde solo Hiroshi y yo nos reunimos en la biblioteca.
- Buenas tardes, Nozomi - El chico hizo una pausa mientras miraba a su alrededor - ¿No vendrá nadie más?.
- Asumi llamó hace un rato a mi casa, aún seguía muy alterada y dijo que no vendría. Respecto a Naomi, llame a su casa pero me contestó Kendo, su hermano; me dijo que no quería decirmelo ella misma, pero que no iba a venir tampoco.
- Estonces seremos solo los dos, habrá más trabajo, pero creo que podremos hacerlo.
- No son malas chicas, es solo que están asustadas, y no las culpo.
- Lo sé, Nozomi; no necesitas decírmelo - Hiroshi me sonrió, no pareci juzgar mal a mis amigas.
Entramos en la biblioteca y comenzamos a leer libro tras libro, periódico tras periódico. Ese día no tuvimos demasiado avance, así que acordamos repetir nuestra rutina la siguiente tarde.
Al llegar a casa mi madre me recibió preocupada.
- Hija, ¿dónde estabas? - Preguntó cariñosamente.
- En la biblioteca, es más, traje el libro que me pidió Koichi - Saque el mencionado escrito de mi maletín, levantandolo para que mi hermano, quien pasaba por detrás de mi madre, para que este lo viera.
- ¡Siii!, me daba flojera ir hasta allá solo por un libro, pero nos encargaron que no descuidemos nuestro avance mientras no hay clases; así que gracias.
- ¿Mientras no haya clases? - Repetí.
- Sí cariño, hoy en la tarde encontraron a dos muchachos más, desmayados; creo que eran dos chicos de la clase B de tu año. Por eso me preocupe por ti, creo que habrá que conseguirte uno de eso celulares para estar en contacto.
- ¿Acaso encontraron a eso dos chicos en la escuela?
- No, pero los maestros prefirieron que los jóvenes se queden en sus casas, al menos hasta que la situación mejore.
"Hasta que la situación mejore", la gente quería dejar pasar el tiempo y evadir las causas de lo que sea que sucedía en el pueblo. Esa misma noche hable con Hiroshi de lo sucedido y acordamos vernos a la mañana siguiente para seguir investigando.
En cuanto habíamos desayunado me despedí de mi familia y salí a la biblioteca con la excusa de no perjudicar mis estudios.
Una vez en el edificio me encontré con mi compañero, puntual como siempre, y tras saludarnos, ingresamos para continuar con nuestra labor.
Leímos y leímos, el sonido del pasar de las hojas no se detuvo hasta que algo llamo mi atención.
- Creo que encontré algo en los perdicos, creo que podría relacionarse a lo que sucede ahora - Indiqué.
- Dime, ¿qué es?.
- Al parecer una curiosa "endemia de mononucleosis" atacó el pueblo hace veinte años; todos los jóvenes de la región presentaban fiebre, malestar general, náuseas, cefalea...
- ¿Cefalea?
- Es dolor de cabeza.
- Oh ya, entiendo.
- Sí, y lo más interesante, sueño, mucho sueño; hay pequeños testimonios de madres que incican que sus hijos e hijos podían dormir por 2 o hasta 3 días seguidos. Obviamente esto llevo a casos de deshidratación, pero nada demasiado grave; aparentemente.
- ¿Crees que eso fue un preludio de lo que sucede ahora?
- Con solo eso no, pero hace otros veinte años antes de eso, hace cuartea años de nuestro vigente año, se reportaron múltiples casos de una extraña "encefalitis viral transitoria". Básicamente los enfermos padecían dolores de cabeza intensos pero que desaparecían solos al cabo de unas horas.
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AYAKASHI
ParanormalAYAKASHI El Tormento de un Alma en Pena Una ola de sucesos paranormales azota un instituto, donde los estudiantes de ultimo año de secundaria empiezan caer, uno a uno, es una especie de sueño profundo del cual no pueden despertar. Es por esto que un...