La mañana siguiente amanecimos con la noticia de otras tres víctimas del fenómeno; cada día el así llamado Ayakashi era más fuerte, el número de sus víctimas aumentaba y la paranoia en el pueblo no hacía más que crecer.
- Hija, ¿estás bien?. Luces cansada - Menciono mi madre mientras desayunábamos.
- Si estoy bien, es solo que no dormí muy bien anoche.
En ese momento no le dije nada, pues no quería preocuparla, pero con todo lo que estaba pasando, apenas si podía dormir y cuando lograba conciliar el sueño, solo tenía pesadillas. Siempre era lo mismo, todos mis compañeros y mis amigas inconscientes, yo corriendo por los pasillos de la escuela y, a mis espaldas, unas manos enormes que me persiguen junto a una voz diciendo algo que no logro entender.
- Pues quédate en casa a dormir un poco, un día que te tomes libre no afectará demasiado.
- Es verdad, pero estudiar me ayuda a no pensar en todo lo que está sucediendo.
- Entiendo... No quieres ir con tu hermanito hoy; tal vez puedas ayudarlo a estudiar.
- Yo paso. Gracias mamá, pero además de que vamos muy separados en cuanto al grado, yo estudio a mi manera y prefiero hacerlo solo - Afortunadamente, la terquedad de mi hermano me había salvado de tener que inventar una excusa.
- Koichi tiene razón mamá, además yo estudio con Azumi y otras personas de mi curso.
- Bien, pero te quiero aquí a la hora de almuerzo y temprano en la noche, antes de la hora de la cena.
Terminé el desayuno y acudí al lugar acordado donde me encontraría con Hiroshi, desde allí partimos en su bicicleta hasta la escuela y comenzamos a buscar.
- Bien, anoche me puse a comprar los planos que conseguimos de la biblioteca. Este es el antiguo edificio y este es el nuevo edificio de la escuela - Me explico el chico, mientras me extendía dos planos.
- Wouh, no sabía que los tenías; excelente trabajo.
- ¡Gracias!. Entonces, de acuerdo a esto, la parte de la escuela que fue bombardeada al parecer fue demolida y reconstruida así.
- Entonces, el lugar donde debemos buscar es este, el ala oeste del edificio, ¿no?.
- Sí, justamente.
- No es un espacio precisamente pequeño, pero es mucho mejor que buscar en toda la escuela. Fue muy astuto de tu parte Hirsohi.
- Harás que me sonroje; pero si, la parte afectada realmente no fue tan grande; no creo que las instalaciones hayan quedado inutilizables o inhabitables como decia en los registros... ¿Me pregunto por qué se movió el campo de entrenamiento?.
- Tal vez porque pensaron que habían descubierto la ubicación de su campo de entrenamiento, o porque existía la posibilidad de que volvieran a bombardear el área, o tal vez porque... incluso en ese entonces, Sasaki-san había comenzado a manifestarse.
Hirsohi solo me miró en silencio, ambos sabíamos que la tercera opción era la más probable.
Guardamos entonces las cosas y comenzamos a caminar en dirección al ala oeste del edificio.
- ¿No sientes como que el ambiente aquí es muy frío? - Dijo Hiroshi, mientras frotaba sus brazos.
- Sí, supongo que vamos en la dirección correcta - Tal como él había observado, mientas mas nos acercamos al área más gélido se sentía el aire, pesado y denso, como si fuera un gas muy frío - ¿No está pesado ese bolsón que llevas?, podría ayudarte.
- Oh, no, está bien, no te preocupes.
- Supongo que allí levas las palas y el equipo.
- Sí, además de un pico, guantes linternas y algunas otras cosas.
- Genial, muchas gracias por tarerlas. Si yo hubiera salido con algo de eso de casa seguro hubiera tirado por el piso mi coartada.
- ¿Qué creen tus padres que estás haciendo?.
- Estudiando con las chicas en la biblioteca. No disfruto mentirle a mis padres, pero si les hubiera dicho la verdad, no me hubieran dejado salir de casa.
La charla amenizaba un poco la situación, pero los pasillos vacíos, el eco de nuestros pasos y el objetivo que nos había llevado hasta aquel sitio, no nos dejaban tranquilidad alguna.
Cuando llegamos al lugar decidimos entrar a cada salón en orden y comenzar a trabajar. Movimos los pupitres, levantamos los tablones de madera del piso, picamos al delgada capa de cemento y empezamos a cavar.
Era una labor demorada, por lo que no avanzamos demasiado esa mañana y pronto se había hecho hora de almorzar. Hiroshi me llevo en bicicleta hasta a mi casa, pero terminamos siendo vistos; cómo él era de mi año, fingimos que veníamos del grupo de estudio y que planeabamos volver a la biblioteca tras el almuerzo.
Al final mi madre no sospecho pero termino invitando a Hiroshi a comer con nosotros.
Después de comer volvimos la escuela y retomamos la labor, pero pronto el ambiente se torno aún más pesado.
- El aire se siente viciado, me cuesta un poco respirar - Le indique a mi compañero.
- Si, también lo siento; pero me molesta más ese sonido.
- ¿Sonido?, ¿qué sondio? - No entendía a los que se refería.
- ¿No lo escuchas tú?, tal vez es solo mi imaginación, por los nervios y eso.
- No, dime, ¿qué escuchas?
- Es como un zumbido... No, no es el término adecuado; no sé cómo describirlo, pero es realidad es muy bajo.
- Ven, salgamos a tomar un descanso.
En cuanto salimos del salón y comenzamos a caminar, Hirsohi gruñó y se puso las manos sobre las orejas.
- A... ahora es más fuerte.
- ¿Es hacia acá? - señale en dirección del fondo de aquella ala del edición.
- Si, es muy agudo...
- Quédate aquí.
Deje a Hirsohi sentado en el suelo y me acerqué por mi cuenta hacia el cuarto del cuál parecía provenir aquel sonido que era incapaz de escuchar. Se trataba de un cuarto pequeño que se utilizaba de almacén. Ingresé e inspeccione el lugar cuidadosamente, aunque en un principio no parecía tener nada inusual, al caminar un poco más me di cuenta que el sonido de las tabla en lugar en específico era diferente al resto del suelo.
Me incliné para ver mejor y golpé la madera con mi puño; el sonido era hueco, como si hubiera un espacio entra las tablas y el piso. Al estar aquellas laminas tan viejas y sueltas, pude quitarlas con mis manos; solo para descubrir que, a diferencia que con el reto de los salones ya revisados, este no tenía cemento, sino otra capa de tablones de madera aún más antiguos, y particularmente en ese lugar, se ubicaba una especie de puertesilla que servía de entrada a un subnivel.
Fue entonces que me hizo sentido. La razón por la que no habían encontrado el cuerpo de Sasaki-san años atrás, cuando habían limpiado los escombros y reconstruido el edificio, era porque Sasaki no estaba arriba, a nivel del suelo, sino abajo.
Intenté abrir la puerta, pero no logré hacerlo solo con mis manos, por lo que regresé con Hiroshi por las herramientas y le explique mi deduccion.
- Claro, ahora lo entiendo, al escuchar el bombardeo seguramente se refugió allí abajo - Manifestó Hiroshi, quien se veía más recuperado.
- Si, pero por los escombros ya no pudo salir y murió allí. Que horrible, cuanto tiempo habrá sobrevivido con la esperanza de ser encontrado... Pobre chico.
- Suena realmente horrible, pero al menos podremos darle descanso al fin. Volvamos mañana en la mañana, ahora mismo ya es muy tarde y está oscureciendo.
Estuve de acuerdo con él, por lo que gusardamos las herramientas y nos fuimos, dejando atrás la academia Shimizu. Pero fui muy ingenua por suponer que habría un mañana para todos.
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AYAKASHI
ParanormalAYAKASHI El Tormento de un Alma en Pena Una ola de sucesos paranormales azota un instituto, donde los estudiantes de ultimo año de secundaria empiezan caer, uno a uno, es una especie de sueño profundo del cual no pueden despertar. Es por esto que un...