—No es necesario que manejes —dijo Jennie mirando a su amiga, la cual miraba el auto negro sin una pisca de felicidad.
—Llegaríamos más rápido —ella realmente intentaba pensar que podía manejar sin problemas, pero tenía miedo.
Se encontraban frente al auto únicamente porque debían ir a su departamento para comprarlo antes de que sea tarde.
Ya habían guardado todo en las maletas entregadas, tanto ropa como los accesorios entregados. Incluso ya estaban vestidas de manera simple, ambas con unas poleras de mangas cortas y buzo, además de zapatillas.
—¿Sabes? Tengo muchas ganas de caminar. Dejemos el auto aquí y otro día lo venimos a buscar. —Jennie le dio una leve sonrisita, esperando que eso pudiera calmar a Roseanne. Supo que lo logró cuando esta le sonrió aliviada.
No subiría a un auto por mucho tiempo.
[🍀]
Demoraron como cuarenta minutos en llegar al edificio donde estaba el departamento de ambas.
Justo iba saliendo el dueño del edificio, el cual estaba encargado de vender los departamentos desocupados.
—Disculpe, ¿Aún sigue disponible el departamento 109? —preguntó Roseanne al señor de ya mediana edad. El hombre las miró un poco sorprendido.
—Sí, aun lo está —el señor no apartaba la mirada de las jóvenes, y es que les recordaba a los antiguos dueños. Curioso, ¿no?— Disculpen por la pregunta, pero, ¿ustedes son familiares de los dueños anteriores?
Esa pregunta hizo que se sintieran como cuando debían exponer algún trabajo en frente del profesor. No era una sensación agradable.
—No, para nada —la castaña sonrió, intentando ocultar sus nervios.
—Oh, lo siento. Es que, se parecen a ellos —las miraba asombrado. ¿Cómo alguien podría parecerse tanto a otra persona?
—Dicen que hay siete personas en el mundo que se parecen a uno, quizás sea eso —rio nerviosa Roseanne. Ambas jóvenes querían que la tierra las tragase en ese justo momento.
—Queremos el departamento —Jennie le ofreció al señor Lee el dinero que estaba en el sobre— Sabemos que no acepta pago por medio de depósito, así que ahí está el dinero en efectivo.
Y el señor se asombró más.
—¿Cómo saben eso? —Roseanne miró a Jennie, regañándole con la mirada.
La castaña tragó duro mientras inventaba una buena mentira.
—Es que, tenemos a una conocida en este edificio. Ella nos dijo que prefería el dinero en efectivo. —mentira, ni siquiera conocían a alguien del edificio, a pesar de que llevaban unos dos años ahí. Pero bueno, no eran las más sociables, a decir verdad.
—¿Lo quieren comprar sin siquiera verlo? —preguntó confundido el adulto.
Claro: Sí estaban con otro cuerpo, debían fingir ser otras personas.
—Confiamos en que es precioso —Jennie seguía con la mano tendida, ofreciendo el sobre con el dinero correspondiente— Ya tómelo —el señor Lee tomó el sobre. Todo era tan raro para él.
Roseanne solo quería reprochar a Jennie y que la tierra la tragase, ya que estamos. De cualquier forma, al menos ya tenían su departamento de vuelta.
—Iré por los papeles del departamento —informó el hombre dándose vuelta.
Cuando el señor se fue, Jennie miró a Roseanne.
—No fue tan difícil.
—Claro, como el hombre no sospechó nada —dijo con sarcasmo. De seguro el señor Lee debe estar pensando que estaban locas.
—Al menos ya tenemos nuestro departamento de vuelta. Veamos el lado positivo.
—¿Verle el lado positivo a que morimos y ahora estamos en otros cuerpos, además de que debemos empezar de cero? —se cruzó de brazos mientras se apoyaba en la pared. No, no había nada positivo para Roseanne.
—Al menos estamos vivas —se acercó a la rubia y le tomó la mano— Saldremos de esto juntas, lo prometo —al menos eso había funcionado para calmar a Roseanne, aunque sea por unos segundos.
El señor Lee volvió al cabo de unos minutos con los papeles en manos. Firmaron donde se les pidiera.
Ya habían conseguido su departamento de regreso; una cosa menos en la lista mental de Jennie.
Tendrían que empezar a mudarse, eso era lo más importante en ese momento. De ahí verían como seguir sus vidas.
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¡𝑬𝒔𝒕𝒆 𝑵𝒐 𝑬𝒔 𝑴𝒊 𝑪𝒖𝒆𝒓𝒑𝒐! - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆
ФанфикUn accidente que los llevó a la muerte, pero también a una nueva y rara aventura. ¿Cómo reaccionarías que, de un día para el otro, pasaste de ser un chico a una chica? ¿O que ahora debes vivir en otro cuerpo? No era una idea fácil de afrontar que de...