En todos los universos. (🔞)

Se conocen en una boda.

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Vegas miró el mostrador lleno de pasteles y bocadillos por tercera vez en la noche. Había pensado que compraría algo rápido, se subiría a su coche y se sentaría a disfrutar de su cena en su asiento por tercera noche consecutiva. No es como si no tuviera una casa, una bonita sala o un lindo comedor donde hacerlo, es solo que el lugar se sentía vacío con únicamente él como el inquilino.

-Quiero dos,- le dijo a la chica en el mostrador mientras señalaba un par de sandwiches empaquetados. La niña portaba el uniforme de la pastelería que resaltaba con el color cobrizo de su largo cabello rizado.

Ella le dió una sonrisa mientras preguntó,- ¿Pete no ha venido contigo?

Vegas negó mientras sacaba su billetera,- Viaje de trabajo,- respondió,- estoy tratando de ser un adulto independiente comprando mi cena un viernes por la noche.

Lin, la chica del mostrador rió ligeramente, ella siempre se mostró amable con ambos, aunque al principio había coqueteado con Vegas cuando se conocieron, pero una vez que captó que Pete y él estaban juntos, ella había sido completamente respetuosa al respecto, y dejó el asunto de lado.

-Creo que a Pete no le gustará saber que llevas las 3 noches comprando tu cena aquí.- Ella tomó el dinero que le ofrecían y dejó los sandwiches dentro de su empaque.

Vegas metió sus manos en los bolsillos de su pantalón, -Mi novio no tiene porque enterarse de esto,- respondió.

-Vegas Theerapanyakul,- dijo ella,- ¿me estás pidiendo que le mienta a Pete? no sé si estés enterado, pero es detective, él lo descubrirá solo.- Ella le tendió la bolsa con su cena y se recargó en el mostrador.

-Debes darme algo de crédito por intentarlo.- Vegas le regaló una sonrisa, y antes de salir preguntó.- Por cierto, ¿son los mismos que compra Pete cuando venimos?

Ella arqueó una ceja,- Mozzarella y jamón de pavo con el aderezo especial,- respondió,- ¿algún problema con eso?

Vegas negó,- No.- salió por la puerta despidiendose.

Cuando salió de la pequeña cafeteria el aire frío lo golpeó, eran comienzos de noviembre, cuando el clima comenzaba a perforar tu piel lentamente, Vegas maldijo internamente al haber pensado que un simple sueter negro lo salvaria de la fria noche. Caminó rápidamente por el estacionamiento vislumbrando su coche y se apresuró a abrir la puerta.

Una vez dentro prendió la calefacción y se derrumbó en su asiento con el empaque de comida colocado sobre el lado del copiloto, y quizá por décima vez en el día pensó en Pete.

Preguntas simples, ¿se estará cubriendo del frío en londres?, ¿había cenado antes de ir a dormir?, ¿que hora son en el continente britanico? la diferencia horaria entre ambos países era de 6 horas, debería ser de madrugada para Pete.

Durante el dia Vegas quiso llamarlo, había querido decirle que lo extrañaba, que necesitaba verlo, pero tenía miedo de parecer un novio intenso, la noche anterior ambos habían tenido una videollamada, pero Pete habia tenido que colgar porque el tiempo de su descanso finalizó. Y mientras Vegas terminaba su día yendo a la cama a las 12 de la noche, Pete estaría despertando a las 6, con ese reloj interno que parecia vivir dentro de él.

Vegas dejó caer la cabeza frente al volante y se maldijo nuevamente.

Hace años fue el tipo de chico que le temía al amor y lo que este mismo te hacía sentir, le aterraba el sentimiento de sentirse preso de algo o alguien, durante años peleó contra cualquier emocion de amor mas allá de la que su familia le ofrecía, y es asi como no se dió cuenta del momento en que había caído.