Naruto El Super: Línea Alterna

Capítulo 2

La Última Esperanza de Krypton: El Arca. Parecía una burla, un pequeño chiste sobre el "arca" que era mencionado en las líneas claras y precisas de la Biblia. Aquel barco que sobrevivió al diluvio, que mantuvo a los seres vivos del planeta sobreviviendo de la ira de dios, tenía su semejanza con una gota de esperanza de otra civilización, de otro planeta, otra galaxia demasiado alejada de donde estaba la Tierra. Era, de una forma clara, el mismo concepto para los dos casos, uno del pasado y otro de un tiempo más actual. Ambas "arcas" habían salvado, de una forma completamente distinta, algo de su planeta de origen. Mientras que la Tierra aun contaba con sus habitantes, El Arca sacó de Krypton la historia del planeta, cientos de reliquias que podrían ser consideradas como únicas e ínfimamente valiosas y trajo consigo a un nuevo sobreviviente del planeta de origen de Superman, algo que la Liga y el gobierno mantuvieron completamente en secreto, oculto de cualquier persona ligada a la prensa o de los enemigos del Hombre de Acero.

Pronto la zona descubierta por la Liga fue acordonada por los hombres del general Lane. El Ejército de los Estados Unidos de América se ocupó completamente de acordonar la zona, cubrir todo sobre el Arca y mover los objetos valiosos hacia un punto oculto del escrutinio público y dejando que pocas personas supieran de su ubicación correcta. Superman mismo había señalado que muchos de los objetos podrían ser usados como armas o artefactos que generarían un desequilibrio entre las potencias o, si cayeran en malas manos, podrían poner al mundo en peligro.

Desgraciadamente el Arca no podía ser movido del punto de donde se encontraba ni siquiera con la ayuda de Superman. Previendo los problemas que el Arca podría tener, su creador instaló distintos sistemas de defensa que provocaron en más de una ocasión que Superman cayera sobre sus rodillas, sin poderes. Un sistema defensivo alimentado por pequeños soles rojos comprimidos, evitaban que cualquier kryptoniano con super poderes pudiera dañar el Arca.

Haciendo uso de los conocimientos obtenidos en la Fortaleza de la Soledad gracias a su padre biológico, Kal-El aka Superman descifró la única manera de mover aquella nave de la Antártida: que el chico, único habitante vivo del Arca, despertara y ordenara a la nave moverse del lugar hacia otro punto completamente distinto, lo que le obligaba a él y al general Lane a retrasar todo.

Nada más haber sacado a Gah-El de su cámara criogénica, Superman se encargó de llevar al chico a una instalación médica sostenida por el gobierno, misma instalación que lo cuidaba a él durante sus enfrentamientos con villanos que habían intentado, de alguna manera, herirlo.

Clark confiaba en el general Samuel Lane, quien resultaba ser su suegro, padre de su esposa Lois Lane, la mujer con la que trabajó y se casó tiempo después. También trabajaba junto al general durante diferentes incidentes. Desde su presentación al mundo como Superman, dio la mano para que las organizaciones mundiales no intentaran eliminarlo. Fue por ello principalmente que dejó a su familiar con el general y sus hombres hasta que despertara. Sabía que el padre de Lois no intentaría lastimar a uno de sus familiares si este no causaba demasiados problemas, algo que Clark esperaba que no sucediera. Cuando su prima Kara apareció en la Tierra, esta fue consciente de su situación y lo aceptó viviendo con una familia que Clark conocía.

Aunque ella no estuvo congelada ni mantenida en un estado de coma por mucho tiempo y si los cálculos eran exactos, el Arca había estado allí por más de treinta años, manteniéndose oculto hasta que una señal de socorro apareció en la Atalaya, justo como cuando Kara apareció en la órbita de la Tierra.

Eso preocupó a Clark. Gah-El había estado en congelación y coma por unos treinta años y una cámara creada para preservar la vida, alimentando a su anfitrión hasta ser retirado de la misma. Treinta años comiendo comida poco estable, casi sin nutrientes que solo daban lo suficiente para sobrevivir. Treinta años congelado y completamente en coma, fuera del mundo que lo rodeaba.