Capítulo (3)

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Kai

Cuatro años atrás.

— No podemos medicarte— el doctor me informó.

—Haremos todo lo necesario para que ella esté estable.

— Tu condición no te permite medicarte, entonces te daremos de alta, e informaremos a tu padre todo lo que deberás hacer para mantenerte tranquila.

— Shane, quisiera que esto se mantuviera entre nosotros y que Khaled no esté al tanto.

— No puedo hacer eso, Kai está corriendo mucho riesgo en su estado, además de que no eres acta para tomar decisiones propias.

— Por favor, te prometo que estará mucho mejor si no le decimos a Khaled.— mi tío le rogaba al doctor que no le dijera nada a mi padre, y estaba en lo correcto era la última persona que quería ver en estos momentos.

—Pero necesito saber qué decirle a Khaled para que no sospeche nada, me mataría si se entera que le oculte la verdad de algo tan grande.

— Solo necesito tiempo para asimilarlo, le diremos esto—Poco a poco fui improvisando una situación que desde mi cabeza sonaba bastante convincente.

Era momento de poner en práctica el plan— ¿Qué me pasó?

—¿No recuerdas nada?

Negué preocupada porque se pudiera dar cuenta— Me duele mucho la cabeza y el pecho, — lo que estaba a punto de decir, me iba a doler— ¿Dónde está mamá?

Mi padre parecía atónito sin embargo sus ojos se pusieron tan rojos que me partió el alma verlo tan destrozado, pero prontamente se recompuso demostrándome la fortaleza que lleva consigo por mi bien, pero seguía siendo en vano, me dolía- Tuviste un accidente, hice todo lo que estuvo en mis manos, pero solo tú lograste sobrevivir, tu madre estaba gravemente herida tratando de protegerte.

No pude aguantar las ganas de llorar, quería que mi padre me mintiera y que dijera que estaba bien, que pronto la vería, sin embargo estaba consiente de que mentirme más de lo que lo estaba haciendo, tendría consecuencias en mi mente a largo plazo.

(...)

Pasaron los días y salí de la clínica, aún tenía marcas en todo mi cuerpo, estaba arreglando una maleta con lo esencial para mí, el vuelo saldría en unas horas, Conrad me llevaría al aeropuerto, era momento de alejarme de todo esto, todo esto me generaba unas ganas inmensas de llorar, cada rincón tenia un recuerdo, aún podía oler el perfume que mi madre solía usar.

Camine a la salida aprovechando que mi padre estaba en su estudio en una reunión importante, le dejé una carta donde le explicaba parte del porque me iba, el pánico por salir era algo que ya no podía controlar, tenía miedo de salir y que alguien me secuestrara, para mí suerte Conrad estaba en la puerta esperando por mí.

— Tu puedes hacerlo, Kai.

Tome valor y salí de la casa, subí a un carro que desconocía su procedencia pero tampoco cuestioné nada.

(...)

Había llegado hace media hora al aeropuerto, y por fin habían llamado mi vuelo, estaba subiendo las escaleras eléctricas cuando alguien me tomo del brazo.

—Kai, no te vayas.

— Lo siento, ¿Te conozco?— Cole me miró con tristeza, eso apretó mi pecho, solo esperaba que me dejara ir, estaba segura que si decía otra palabra más rompería a llorar.

— Lo siento creo que te confundí con alguien más. —soltó mi mano y solo asentí temiendo llorar delante de él, solo me giré y terminé de ir al pasillo para abordar mi avión.

Lo miro en la distancia, aturdido, sin esperarlo el avión ya había empezado a despegar, y sentí un gran alivio, no podía estar en este lugar.

(...)

—¿Cómo estás?

—Creo que estoy mejor, los primeros meses fueron... Difíciles.

—Ya lo creo, veo que llegue en un buen momento.

—Gracias por venir.

—¿Has pensado algunos nombres?

— Sí, aunque quisiera que me ayudarás a escoger los.

Sus ojos estaban llenándose de lágrimas, sin pensarlo me abrazo,— Seria un gran honor.

—Exageras, Conrad

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