capitulo 8

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Me encuentro de camino a la cancha donde recibiré mi clase de física. Me siento en las gradas. No hago física por qué cuando era pequeña me dio asma y bueno ahora hay miedo de hacer física y que me dé un ataque aún que hace mucho que no me da. Frunzo mi ceño cuando miro a June en medio de la cancha junto a más de mis compañeros. ¿Pero que mierda? Hasta ahora se digna a aparecer por que en todo día no la e visto y si que hoy me e fijado en la primera hora hasta e llegado temprano para verla entrar y decirle lo de el trabajo, pero ni siquiera se asomo y a la segunda hasta deje de darle atención a la clase para así ver cuando ella entrará pero nada así seguí esperando a que viniera pero no incluso en recreo le dije a Debbie que no la pasaría con ella ya que debía esperar a que ella vinieron y ¿que es lo peor? Que ni e comido por estar esperándola ya que no salí de la clase hasta ahora que es para física. Noto que se están disperzando para así jugar aprovechó y camino hacia ella para así reclamarle.

Cuando llego a ella le hago frente levantando la barbilla y poniendo mis manos en mi cadera ella baja la mirada, no puedo creer que ni levantando de mas la alcance pero eso no importa ahora si no nuestro trabajo juntas.

—largo de aquí.

— no, ¿como te atevez a correrme? Ni tuya es.

— es por que estas en medio de el juego. —no puedo creer esta mas preocupada por el juego que por nuestro trabajo.

—ahora te preocupas por eso? — ella levanta un brazo hacia mí dirección. miro confundida su brazo. Cerca de mí cabeza. Volteo mi cabeza notando que en su mano está el balón de basquet. Abro la boca sorprendida. Ella a atrapado la pelota que venía hacia nosotras. La volteo a ver notando que tiene fruncido su ceño mirando a alguien supongo que a sido la que a lanzado la pelota para acá. El pitido de el maestro de física hace que voltee a ver hacia toda la cancha notando que hay muchas miradas hacia nosotras. — necesitamos hablar de él...

— sal de la cancha,hablaremos después— dice interrumpiendo me cuando hablaba.

—Pero debemos...

— lo haremos después de que termine de jugar.— Ella dirije su mirada al maestro. Como no puedo estar aquí parada camino hacia las gradas sentandome para así esperarla. Pongo una mano en mi barbilla aburrida. Tendré que esperar aquí sentada más de 30 horas y todo por que debo hacer un trabajo con ella. Ojala y me hubieran puesto a otra persona para asi no tener que estar cerca de ella.

Han pasado unos minutos de los cuales no e hecho nada más que lamentar el hecho de que con ella debo trabajar. Levanto mi cabeza para así ver la cancha. La visualizo notando que ella lleva la pelota rebotando la un par de veces, miró que esquiva fácilmente a las que quieren quitarle la pelota para luego antes de llegar a la canasta la rebote una vez y luego tira anotando.

Me sorprendo. No creí que sería buena, creí que se había metido a jugar por obligación no por ser buena jugando. Miró como esta vestida, tiene puesto un pantalón negro con muchas bolsas grandes, y unas cadenas por los bolsillo delanteros, trae una camisa negra sin mangas, escotada. Mirándola no tiene cuerpo muy ancho si no delgado y alto, miró sus brazos se le notan ejercitados no de esos que tienen musculoso si no de esos que si los miras puedes decir que hace ejercicio.

El tiempo pasa pero mi asombro no ya que ella a sido la que más canasta a metido, es demaciado hábil le es fácil esquivar el entrenador chifla para así que acabe el partido. Ella viene cerca de donde estoy agarra su chaqueta y se la pone luego su mochila la pone en su brazo, se quita su cola así soltando su largo cabello negro. Noto que camina y no a mi dirección así que le grito.

—hey! — noto que sigue caminado — espera — ella sigue caminando pero más despacio. Corriendo la logró alcanzar es que en un momentito va muy rápido. — tenemos un trabajo juntas. — no miro nada de interés en su cara si no que sólo sigue caminando como si no estuviera yo allí a su lado diciendole. — ¿no te importa? — preguntó frustrada. Ella niega para luego seguir caminando como si nada. Frunzo mi ceño.

Pues ya verá si no le sigue importando cuando valla de chismosa a con el maestro para que la regañen. Me doy la vuelta para ir por salón a buscarlo. Cuando lo encuentro entro.

— prefesor. — el voltea a verme.

— si me viene a reclamar algo de su trabajo con la señorita June mejor no me diga nada.

— pero ella...

— nada, póngase a trabajar junto con ella.

— ¿como si ella no quiere trabar?

— pues convensala— dice simple para terminar de arreglar sus cosas.

—cómo? — se encoje de hombros.

— ese es su problema no el mío.

—¿como que el suyo no, si es su clase?

— pero son sus puntos y le voy diciendo desde ya que son muchos puntos que se esta jugando— lo miro asombrada.

— cuantos?

— 25 — abro la boca sorprendida, el no suele dar muchos puntos por tareas lo más son 3. — así que valla a converserla o si no quiere perder esos puntos. —El sale y yo me quedo allí pensado que me estoy jugando 25 puntos. Por una vez en la vida desearía que no costará tantos puntos por que si no la hago no perdería tanto. Me toco la frente estresada. Mierda por qué me a tocado con ella cuando lo único que quiero es no tenerla cerca y ahora la tendré que convencer para que así hagamos el trabajo, el cual cuesta demaciado y no estoy dispuesta a perder esos puntos.

Hasta La Muerte Por Un Anhelo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora