Relatos de un adolescente

Maldita ilusión...

No comprendo ésto, si llegaste para luego irte, ¿Por que hiciste que me ilusionara? ¡¿Por que?! Estaba muy bien con la idea de no volver a sentir eso que provocaste en mi; creí que ibas a ser diferente al resto, creí que está vez  todo iba a funcionar y ahora me arrepiento de haber creído eso.

Soy alguien que se encariña muy rápido y siempre entrego todo lo que soy cuando alguien me importa, eso me hace vulnerable a las personas como tú, que llegan se muestran como la persona que uno necesita para ser feliz, dices sentir, dices tener los mismos gustos, dices querer algo cuando en verdad lo único que quieres es dañar a alguien que solo necesita comprensión y alguien bueno a su lado.

Sé que no fue mucho el tiempo que pase contigo, pero alcance a enamorarme de ti y me enoja el no darme cuenta de lo que querías, no entiendo porqué demostraste que te importaba y que había una posibilidad de que todo fuera una realidad y mis sueños por fin se iban a realizar, ese sueño que tenía de tomar tú mano, de besar tus labios, de abrazarte tan fuerte y susurrar a tu odio lo mucho que quería amarte, ese de acariciar tu rostro y mirarte a los ojos para contemplar ese brillo que expresa a gritos "¡Nunca te vayas, quiero amarte por siempre!"  Sin embargo todo eso se quedó en un maldito sueño. Ahora solo deseo que nunca hubieras llegado, me arrepiento de haberte correspondido y entregarte el poquito de amor que me quedaba; solo me queda la herida que dejaste porque solo te fuiste sin avisar y eso fue lo que más me dolió.

Hace tiempo no experimentaba lo que se siente cuando tú corazón comienza a romperse lentamente de pedazo en pedazo y ese dolor que produce en el pecho, aquella tristeza que causa un nudo en la garganta; solo quieres llorar, salir corriendo y gritar, ese momento donde necesitas un abrazo pero no hay nadie a quien abrazar y solo hay una almohada, lágrimas en tus ojos y los pedazos de tu corazón que no encajan uno con el otro. Me hiciste revivir la peor sensación que puede tener alguien, un fracaso, una maldita ilusión, me hiciste sentir inútil y despreciable. Solo me queda seguir llorando y preguntarle a mi almohada el porqué de tu partida y quejarme por como termine por no hacerle caso a mi conciencia en vez de al corazón.