Relatos de un adolescente

No me rendiré...

No puedes imaginar lo mal que me siento al pensar que no estás conmigo. Te amo en secreto y quiero decirlo, pero no logro arriesgarme a decir algo que pueda dañar todo entre nosotros. No puedo permitirme perderte otra vez, no ahora. Seguiré guardando este crudo sentimiento aunque me pidan olvidarte, no puedo hacerlo porque no quiero olvidarte. No quiero separarme de ti, aunque sea solo como amigos. Te seguiré amando y protegiendo. Realmente me interesas mucho y voy a esperar. Mantengo la esperanza de que algún día pueda conquistar tu corazón y ser parte de ti.

Muchas personas se rinden y no toman un tiempo para hacerse estas preguntas: ¿Será ella mi esposa? ¿Es una prueba para saber si realmente la amo? Antes de rendirte, debes estar seguro de que esa persona no es para ti. Pero ¿cómo saberlo? La respuesta es el tiempo. Si te tomas el tiempo para conocer bien a esa persona y compartir cosas en común, te darás cuenta si es para ti o no. ¿Por qué no me doy cuenta si es para mí? Te respondo con otra pregunta: ¿cómo sabrás si es para ti si no te tomas el tiempo para conocerla y al primer rechazo te das por vencido? Antes de hacer cualquier cosa, piensa y ten el 100% de seguridad. Puedes perder al amor de tu vida por ser cobarde y rendirte tan pronto.

No rendirse es una actitud valiente y admirable, pero es importante tener en cuenta que a veces no todo depende de nosotros y hay situaciones en las que debemos aceptar la realidad y seguir adelante. Es importante ser sincero contigo mismo y con la otra persona, comunicar tus sentimientos de forma clara y respetuosa, y aceptar su respuesta. Si ella no siente lo mismo por ti, no es culpa de nadie, simplemente no hay una conexión romántica entre ustedes. Pero eso no significa que debas perderla por completo. Puedes seguir siendo amigos y valorar su compañía en tu vida. Lo importante es que no te cierres a otras oportunidades de amor y sigas adelante con tu vida.