En realidad, no sé por dónde empezar, ya que hay tantas cosas que quiero decirte que se me hace difícil elegir el principio de esta carta.Creo que empezaré por decirte que te extraño: cada abrazo, cada momento en que reímos como locos, cada vez que disfrutamos y compartimos entre amigos. Aunque ya no nos hablamos, decidí escribirte esto porque considero que no fue justo la forma en que me fui. También, quiero expresar que fuiste la única que tuvo el valor de acercarte en ese momento en el que necesitaba a alguien, cuando nadie más lo hizo.
Seguro te preguntas por qué me fui. Aquí te doy una respuesta: me sentí insuficiente para ti. Ver cómo presumías el resto de tus amistades y cómo me excluías en muchas ocasiones hizo que me alejara lentamente. No es celos, no es enojo, no es resentimiento. Simplemente acepté que ya no me necesitas en tu vida, y para evitar hacerme más daño, decidí irme. A veces es más fácil olvidar, o al menos eso dicen.
Puede que me contradiga al decirte que te extraño, pero solo han pasado unas semanas y no es fácil. Teniendo que verte casi a diario, muchas veces he querido acercarme y hacer como si nada pasara. Sin embargo, recuerdo que ya no se puede, y retrocedo. De hecho, hoy te necesitaba. Necesitaba un abrazo de consuelo; me invadió la tristeza y tuve que aguantarme las ganas de llorar, las ganas de decirte lo mucho que me haces falta. Pero recuerdo que nada volverá a ser como antes.
Hoy solo me quedan los recuerdos que tengo contigo, guardados en mi corazón. Gracias por todo, mejor amiga.
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Relatos de un adolescente
Diversos"Las historias nos ayudan a entender cosas de la vida y nos dan una perspectiva diferente de algo o alguien"