Capítulo 2

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BIBLE

Cuatro llamadas salientes fueron rechazadas por quien, hasta hacía tan sólo unas semanas, había sido mi novio. Mi puño golpeó la mesa con fuerza, haciendo que los clientes en mi cafetería levantaran la mirada de sus libros para voltear a verme, confundidos.

—Cálmate, amigo —Ta frunció el ceño, quitándome el teléfono de las manos—. Ese chico otra vez, ¿huh? Creo que estás obsesionándote.

No es eso, ya te lo he dicho —dije sentándome sobre uno de los mostradores—, esto simplemente no tiene sentido. Si Jay me dijese que ya no me ama, me retiraría, pero esto es diferente.

—Él le presta mucho respeto a su familia, y ambos sabemos que son demasiado conservadores como para aceptar que su niño consentido lleve un chico a casa, debes entender que eso no sucederá —explicó.

¿Quién necesita enemigos cuando tienes un amigo como Ta para defender a tu ex, no es así?

No es respeto, es miedo, y es por esa razón que me niego a aceptarlo. Si en verdad me ama tanto como dice hacerlo, debería ser capaz de ser honesto con su familia y presentarme como algo más que un simple amigo —suspiré, jugando con mi cabello para liberar mi frustración—, no era para nada sencillo tener que escondernos de esa manera todo el tiempo.

Hey, lo entiendo —rodeó mis hombros con su brazo—, a lo que me refiero es a que Jay simplemente no está listo para salir del clóset, y si eso es algo que no puedes soportar, será mejor dejar las cosas como están.

Necesito intentar algo más... —alcé la mirada y tomé un largo sorbo de mi bebida—, ¿recuerdas al chico del que te hablé antes?

—¿Al que ayudaste ayer? —preguntó con entusiasmo—, ¿irás tras él ahora? Ya sabes lo que digo, la mejor forma de olvidarte de un mal amor es salir con alguien más —se apresuró a decir.

No, no, no. No es lo que quise decir —lo interrumpí—, digo, se veía lindo, incluso cuando su cuerpo temblaba por el frío y el llanto. Se veía tan vulnerable... —me detuve—. Pero, ¡ese no es el punto! Estuve pensando que tal vez podría usar esta oportunidad para que Jay sienta celos.

—¡Excelente idea! —exclamó Ta en el tono más sarcástico posible—, seguro volverá corriendo a tu lado —rodó los ojos.

—Deja de molestarme —golpeé su brazo—, él no soportaría verme con alguien más. Además, ni siquiera ha contestado mis llamadas, la situación no podría ponerse peor, ¿o sí?

—Alguien saldrá lastimado, recuerda mis palabras, Bible —me advirtió y se encogió de hombros, volviendo al trabajo.

Sólo será una noche, no seas tan pesimista —ignoré sus palabras.

¿Qué podría salir mal? Era bastante obvio que el chico se dedicaba al trabajo sexual, aunque no hubiese tenido las agallas para preguntárselo esa noche. El dinero no era problema para mí y a él seguramente le vendría bastante bien. Además, considerando cuán posesivo era mi ex, no permitiría que otro hombre volviese a estar tan cerca de mí, sabía que volvería y se disculparía.

Ese día en la cafetería había sido un tanto tranquilo, por lo que dejé que Ta se encargara del resto del trabajo allí y decidí volver a casa antes de que fuese hora de cerrar el lugar. Sabía que podía confiar en él, después de todo, era bueno en el trabajo y además, uno de mis mejores amigos.

Al llegar a casa, tomé un baño rápido y esperé a que llegara la noche. A decir verdad, no estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero algo se me ocurriría una vez que tuviese al chico frente a mí. Tomé mis llaves y me dirigí hacia mi auto, mis manos se movieron nerviosamente al ritmo de una vieja canción mientras conducía hasta el Distrito 21. Las llamativas luces de neón eran visibles desde la avenida principal y no fue difícil reconocer el lugar en el que había dejado al joven el día anterior.

DISTRITO 21 | BibleBuildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora