Capítulo 13

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La puerta se cerró de un fuerte golpe y ambas nos quedamos mirándonos, en absoluto silencio. Me aparté de su mirada para poder pensar con claridad y comencé a caminar por la habitación.

—Muy bonita tú habitación.

—Gracias, eres la primera persona que me lo dice —sus palabras  eran unas, pero su sonrisa  satisfecha  me decía algo totalmente distinto.

—Yo creo que prefiero no investigar.

—No estoy mintiendo, si eso es lo que piensas —soltó.

De pronto sentí mi estómago revolverse como un torbellino. Había olvidado un detalle, los efectos de cualquier tipo de anestesia provocaban un desenlace fatídico en mí, necesitaba devolver el estómago para sentirme un poco alviada.

—Yo... necesito un baño —fue lo único  que pude formular.

María José se  encamino a una de las puertas al fondo de su habitación y la abrió de inmediato, yo la seguí con desesperación, intenté cerrar la puerta tras de mí, pero ella la detuvo con su cuerpo.

—vete —le pedí, pues no quería que me mirara así.

Pero a ella no le importo, se acercó más a mí y me sostuvo con una de sus manos, mientras que con la otra recogió mi cabello con una especie de moño que sostenía con sus dedos, dejé de sentirme avergonzada y comencé a sentirme segura, una vez que logré estabilizarme, me encaminó al tocador, abrió un cajón y me dió un paquete que contenía un cepillo y crema dental.

—Voy a salir un momento, pero cualquier cosa que necesites, voy a estar aquí afuera —¿estamos?

—Gracias.

Después de lavar mi rostro, cepillarme los dientes y enjuagar mi boca y mi garganta unas treinta veces decidí salir del baño.

—Debiste avisarme para que pudiera ayudarte.

—Me siento mejor, gracias  —le dije al salir y mirarla sentada en una de las cómodas sillas frente a la pequeña mesa.

—Ven aquí, he pedido algo de fruta y tus medicamentos están por llegar.

Me senté frente a ella y tomé un vaso con lo que parecía ser jugo de naranja y lo llevé hasta mis labios sintiendo un pequeño ardor.

—¿estás bien? —me preguntó preocupada al ver mi mueca de dolor.

—Estoy perfectamente bien, lo qué pasó es algo que ha pasado toda mi vida con cualquier tipo de anestésico.

Mi voz sonaba un poco fastidiada pero lo último que quería era que ella siguiera con aquel complejo de culpa.
Después de dejarle en claro que me encontraba bien desayunamos tranquilamente en medio de un cómodo silencio.

—Creo que lo mejor es que regrese a casa, me siento  un poco cansada—le dije mientras terminaba el último  trozo de kiwi que había en mi plato.

—Está bien, yo te llevo —se ofreció mientras miraba la pantalla de su celular.

Se puso de pie y la puerta se abrió de golpe dejando ver a la chica fastidiosa tras ella, María José la miró molesta y esperando una explicación.

—llegó esto de la farmacia —anunció agitando dos pequeñas cajas con la mano derecha.

Poché la volvió a mirar con el seño fruncido, tomó las cajas y me las extendió, la chica salió de inmediato sin mirar atrás. Miré las cajas por un momento para después intentar  guardarlas. Un analgésico y antibiótico se podía leer en el conocido nombre comercial.

—Es mejor que las tomes ahora, seguro te harán sentir mejor.

—Lo haré —le dije sin objeciones, como si ella tuviera algún tipo de poder sobre mis decisiones.

Tomé los medicamentos cuál niña pequeña observada por sus padres y ella me miró satisfecha.

—¿tienes que observarme de esa manera?  —le interrogué.

—debía asegurarme de que las tomarás.
 

Esbozó una sonrisa complacida y se encaminó con dirección al baño.

—¿te importa si me ducho antes ducho antes de llevarte a casa? —me pregunto.

—No, no tengo problema alguno en que lo hagas

Poché abrió la puerta del baño y se giró para mirarme nuevamente.

—¿vas a estar bien?

— perfectamente —le respondí mientras me ponía de pie.

Recorrí la habitación de forma tranquila hasta llegar los ventanales le cristal que tenían vista perfecta al jardín, mientras estaba ahí, la imaginé observando el jardín o la luna desde ese lugar y mi corazón se enterneció de inmediato al pensarla.

Camine lentamente por su habitación observando cada detalle de ese lugar, tratando de desifrarla, hasta qué finalmente terminé sentándome sobre las sábanas de  la cómoda y elegante cama.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2022 ⏰

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